“Nuestro desafío es ser una plataforma genética para el mundo”

Más de 80 millones de plantas se comercializaron en Chile en 2014. Se exportaron más de 1.200.000 plantas a Perú y se abrió mercado en Colombia. A la luz de las cifras entregadas por la Asociación Gremial de Viveros (AGV), la industria viverística chilena está viviendo un esplendoroso momento.
El alza en el tipo de cambio trajo buenos dividendos para el sector, ya que impulsó proyectos que estaban postergados. Pero así como se evidencian buenos resultados, también surgen nuevos desafíos. Justamente de éste y otros temas conversó con Campo Sureño, Jorge Valenzuela, presidente de esta organización.

-¿Cómo fue el año 2014 para la industria viverística?
-El 2014 fue un año de inflexión, fue súper importante para nosotros, porque nuevamente se empezó a plantar con una dinámica importante. Partieron proyectos que estaban postergados por el efecto tipo de cambio que empezó a subir durante el año 2014.
Estos buenos resultados ocurrieron pese a los fenómenos climáticos, a las heladas. Todos los precios de la fruta estuvieron muy buenos afuera, por lo tanto la inversión se rearticuló. Desde esta perspectiva también fue un muy buen año para nosotros y los números nos avalan: en 2014 se comercializaron cerca de 80 millones de plantas frutales.
Las vides, los arándanos, cerezos y nogales son las plantas que más se demandan en Chile.
-¿Cuáles son los desafíos para el año 2015?
-Nosotros estamos impulsando que Chile sea una plataforma genética para el mundo. La idea es que lleguen más proyectos y programas genéticos a nuestro país y así nosotros podamos exportar.
Lo otro es trabajar, dentro de este mismo contexto, en el impulso genético. Una de las falencias que tiene nuestra fruticultura es que está media obsoleta en términos de variedades y esa tecnología genética de las variedades es algo que hay que impulsar.
Nosotros estamos en mesas de trabajo permanentes con el SAG. Estamos revisando las normativas y le estamos dando cada vez más fuerza. Nuestro desafío es introducir nuevas variedades y especies frutícolas.
El desafío gremial y permanente es seguir unificando a los socios y ojalá apoyando más la calidad de los procesos y de las plantas.
-Cuando se habla de la introducción de nuevas especies. ¿Ya tienen algunas en la mira?
-Estamos en deuda con el pistacho. Dentro de las plantaciones de nueces, hay alternativas que hay que desarrollar.
El pistacho es un frutal que se da muy bien en la zona centro norte.
-En la zona sur han crecido las plantaciones de avellano europeo. Desde la asociación ¿han visto este impulso?
-Éste es uno de los frutales que más se ha estado plantando en los últimos años. Aquí también hay que trabajar en la introducción de nuevas variedades, lo que abrirá muchas puertas al sur.

TEMAS PENDIENTES
-¿Cuáles son los temas pendientes del sector?
-Creemos que es importante hacer una categorización de los viveros, que es algo en lo que estamos trabajando con el SAG.
Nosotros tenemos que crear más conciencia en los productores de la importancia de tener plantas y materiales de buena calidad y que vengan de viveros establecidos, con su normativa al día, con sus revisiones por el SAG.
Este tema en la zona sur también hay que desarrollarlo, porque hablamos mucho de su potencial frutícola, pero el productor muchas veces no sabe dónde adquirir sus plantas y no saben si los viveros cuentan con los estándares de calidad, si tienen las licencias genéticas de las variedades. Deben conocer cómo opera el royalty.
Otro tema pendiente es reunir más socios de la zona sur, para que ellos trabajen con nosotros
-Chile enfrenta un periodo de sequía. ¿Esto tendrá un impacto en la industria?
-Efectivamente la sequía frena algunos proyectos, pero principalmente en el norte, porque en esa zona efectivamente no hay agua. Pero en el sur, si bien ha llovido menos, los ríos todavía tienen agua.
-Hay, entonces, un problema en el manejo del agua.
-Hay un problema en la distribución del agua, en la canalización del agua, en la inversión en tecnología de riego. Este es un tema pendiente en el sur, en cambio en el norte las napas están secas y en ese sentido se han parado varios proyectos.
-¿Qué tan desarrollado está la idea de convertir a Chile en una plataforma de genética para el mundo?
-Este proyecto está bastante avanzado. Nosotros tenemos exportaciones de frutales que se están consolidando como es el caso de los arándanos y vides a Perú. El año pasado también se exportó a Colombia.
En 2014 se exportaron cerca de 1.200.000 plantas a Perú. Además hay harto interés de nogales desde Argentina. Esto ya está con una cierta dinámica y eso ha impulsado que dos proyectos genéticos se vengan a Chile, para que desde aquí se desarrollen a Latinoamérica, por un tema de seguridad país, por un tema legal y porque la institucionalidad legal da confianza.
Este año, el 1 de octubre vamos a realizar la Feria Planttrade y ya tenemos los recursos de ProChile. Se contactaron empresas del extranjero para que vengan a comprar plantas, vamos a aprovechar esa misma feria para mostrarle a todo el mundo los programas genéticos que se están desarrollando en Chile.
Los productores del sur también pueden participar y ver la oferta de variedades de las distintas especies.
-¿Cuál es el rol de los viveros frente al cambio climático y la menor disponibilidad de agua?
-Los viveros podrían ser el pilar, con toda la tecnología genética, especialmente cuando se producen todos esos efectos por el cambio climático. Es aquí donde hay que ver portainjertos más resistentes a sequías, es aquí donde se pueden implementar nuevas variedades en huertos más densos. Así se maximizan los espacios y con menos superficie puedes tener la misma producción.
Claramente la industria viverística tiene mucho que aportar desde el punto de vista de la genética para ver todo los desafíos del cambio climático.

POTENCIAL ZONA SUR
-¿Cuál es el real potencial de la zona sur?
-El potencial es gigante, pero para aprovecharlo hay que hacer inversiones en riego por goteo. Por otro lado para maximizar más esto hay que traer más variedades de avellanos, manzanos, berries, nogales y cerezos que se adapten al clima de la zona sur.
El tema genético también se debe desarrollar con más fuerza en la zona sur, para la introducción de variedades que se adapten a climas más lluviosos.