Reportajes maría victoria

Publicado el 31 agosto, 2015 | por editor

Vinos de La Araucanía: una explosión de exquisitos sabores y aromas

El cambio climático trae nuevas oportunidades para La Araucanía. Un estudio del departamento de Economía Agraria de la Pontificia Universidad Católica encargado por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) hizo proyecciones para el sector silvoagropecuario chileno considerando este fenómeno y escenarios de emisión de gases de efecto invernadero para dos períodos: 2040 y 2070.

En este documento se prevé el desplazamiento de algunas fronteras agrícolas hacia la zona centro-sur del país. Este escenario no es tan lejano y así lo confirma el establecimiento de cultivos frutícolas desde La Araucanía al sur.

Por el momento, Malleco es la apelación más austral de Chile para los vinos, aunque ya se han plantado algunos viñedos experimentales en Osorno.

Según Vinos de Chile, asociación gremial que reúne a los productores vitivinícolas del país, la zona ha probado ser excepcional para el Chardonnay y los ensayos con Pinot Noir parecen prometedores. Sin embargo, su alta pluviometría y temporadas de crecimiento más breves convierten a este valle en un lugar más riesgoso para la mayoría de las otras variedades.

Como se ve los viñedos ya no son sólo una quimera en la región. La primera plantación en instalarse fue la de Aquitania, de propiedad del enólogo Felipe de Solminihac. Traiguén fue el lugar escogido por este ingeniero agrónomo en 1993 para dar rienda suelta a su proyecto.

El atrevimiento de Solminihac, quien convenció a su suegro Alberto Levy para plantar uvas, obligó a crear una nueva denominación de origen para su premiado Chardonnay, Sol de Sol. Así se inscribió el Valle de Malleco como una nueva zona vitivinícola y él se consolidó como el hombre que revolucionó la escena de los vinos blancos en el país.

“Nosotros plantamos el año 1993 y nuestro primer vino fue el año 2000 que se vendió en 2002, pasaron nueve años para recien sacar un primer vino con un buen éxito”, sostiene Solminihac.

Actualmente el viñedo está plantado con los cepajes Chardonnay, Sauvignon Blanc y Pinot Noir en un suelo rojo arcilloso, rico en materia orgánica, en el que según Solminihac la vid encuentra todos los elementos para un buen desarrollo y una producción equilibrada de alta calidad.

EXPERIENCIAS

Esta exitosa experiencia motivó a otros productores, quienes también apostaron a la innovación. Este es el caso de María Victoria Petermann, quien dejó atrás el rubro de los cereales para dar vida en el año 2000 a la viña Altos Las Gredas en la localidad de Perquenco.

¿Por qué no se atreve con un vino? Le preguntó su amigo Alberto Levy, sugerencia que hizo eco en su cabeza y que la instó a plantar una hectárea y media de Chardonnay. El año 2012 plantó una hectárea de Pinot Noir.

Los resultados están a la vista, aunque en el camino ha tenido de dulce y agraz. Pequenco está en el límite, no está tan protegido con esa suerte de biombo que produce la cordillera de Nahuelbuta y que da condiciones tan especiales al valle de Malleco.

Los vientos y las heladas cada cierto tiempo muestran su fuerza. En 2005 la primera cosecha tuvo un bajo volumen; en 2006 el frío dañó la fruta, con lo cual sólo se logró sacar un vino con muy baja graduación. En 2007 la botritis afectó la producción, pero en 2008 nació Altos Las Gredas Gran Reserva.

La cosecha 2009 obtuvo medalla de plata en el “Concours de Bruxelles Chile 2010″ y mejor Chardonnay de Chile con 94 puntos en Descorchados de Patricio Tapia.

“Nosotros estábamos apuntando a aumentar la producción, pero en 2012 nos afectó la helada negra, por eso creemos que el próximo año podremos subir nuestra producción. Estamos buscando mejorar y nuestra apuesta es tener más rentabilidad”, explicó María Victoria.

La difusión y venta es la principal dificultad que enfrentan los productores. “La comercialización la hace mi hermana. Este vino ha dado buenos resultados y los enólogos saben de este vino, así como los periodistas dedicados al sector hablan de él y eso ha hecho que se venda”, sostuvo la productora, quien contó que el Chardonay más austral del mundo está presente en los mejores restaurantes de Chile.

“Nuestra apuesta es a vender más. Para ello es vital la difusión en los medios de comunicación. Nosotros como región tenemos muy poco en lo referido a la presentación. Siempre se piensa en un vino como regalo, pero en Temuco se escogen productos de otras viñas, teniendo en La Araucanía vinos de calidad. No falta promover lo nuestro”, sentenció.

En Traiguén también está el Viñedo Monje, donde nace Clos De Fous Latuffa 2010. Plantar Pinot noir, Chardonnay y Riesling en Malleco fue la primera decisión que se tomó al comenzar en 2009. Esto porque tiene el clima perfecto para producir vinos con el balance y alcohol que han buscado por tantos años en Chile.

Además, la zona presenta una complejidad geológica que es totalmente distinta a la de Chile Centrl.

El viñedo posee 9 has plantadas el año 2010, de las cuales 7 son en Pinot noir (clones 777, 828 y Davis 1), 1 ha de Chardonnay y 1 ha de Riesling.

Este viñedo se trabaja desde su plantación de forma Biodinámica,con una estructura de suelos de alta calidad, que se trabaja a caballo, para evitar la compactación de la arcilla.

El viñedo se plantó en alta densidad (7.000 pl/ha) y jamás ha sido regado. El clima de Malleco permitió desarrollar viticultura sin riego, permitiendo a la planta decidir cuando desea tomar agua.

Más arriesgado es el proyecto de Alfonso Zanetti, quien tiene una hectárea del que es el más austral de los Cabernet Sauvignon chilenos. La viña se ubica en Lumaco, cerca de Capitán Pastene, localidad conocida como la “pequeña Italia”.

Después del éxito del vino ‘Ranquilco‘, plantaron Pinot Noir.

NUEVOS PROYECTOS

Recientemente se realizó un seminario vitivinícola que dio cuenta de un viaje a Francia, el cual se enmarca dentro de un proyecto de la Fundación para la Innovación Agrícola (FIA).

El objetivo de la gira tecnológica, en el que participaron algunos pequeños productores de Indap (que en La Araucanía están con proyectos de explotación del rubro vitivinícola), fue el conocer las experiencias de producción que se puedan aplicar en La Araucanía y luego transmitirlas a quienes están en el mismo rubro o están pensando en emprender.

Nibaldo Aravena Palma, hasta el año 2013 su principal actividad era la horticultura. Viajaba diariamente a Nueva Imperial a vender sus hortalizas, miel y huevos. A fines de ese mismo año se lanzó con un nuevo emprendimiento: la Viña Santa Marta.

Aunque reconoce que es muy pronto para hablar de Viña, porque aún no entra en producción, sus expectativas son grandes. Cree que la media hectárea de Chardonnay le dará un impulso para dedicarse al turismo rural, donde su futuro vino tendrá un rol protagónico.

“En diciembre de 2013 estábamos plantando nuestras vides. Si uno lo mira fríamente yo voy a producir uvas, luego me arriesgaré con un vino y comercialmente por sí solo no será rentable. Pero todo mi trabajo, es su conjunto, con mis hortalizas y la vida de campo darán vida a un potente emprendimiento. Estoy esperanzado”, aclaró Nibaldo.

Su sueño. Abrir las puertas de su campo a los turistas y a las personas que quieran conocer la tranquilidad de la vida rural, recorrer su viñedo y probar un buen vino.

“Esto es un plus que se suma a todo lo demás que hago, a mis porotos granados, a la miel. Tengo una ubicación privilegiada, estoy en la comuna de Nueva Imperial muy cerca de Temuco, a orillas de la carretera. Para nosotros es importante la ganancia emocional”, confesó este pequeño productor.

“El turismo siempre me pareció lejano, pero ahora veo que se abre una oportunidad”, sostuvo esperanzado.

Ahora Nibaldo tiene media hectárea plantada y jamás pensó en cosechar uvas para elaborar su propio mosto, pero ahora incluso ya sabe que debe eliminar su primera producción, para darle mayor fuerza a sus uvas y producir su vino.

En esta tarea no está sólo, lo acompañan tres pequeños productores de Carahue, Galvarino y Chol Chol cada uno con media hectárea. El sueño último realizar un circuito por los tres viñedos y ya dieron el primer paso.

 


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