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Publicado el 4 abril, 2016 | por editor

Turismo y viñas: la gran apuesta de la provincia de Malleco

Un nuevo paso en el largo camino de la consolidación y proyección de las viñas del Valle del Malleco, se comenzó a gestar mediante un proyecto financiado por el Gobierno Regional de La Araucanía, que busca generar mayor valor agregado con la incorporación del turismo a la producción vitivinícola.

Hace 23 años, Felipe de Solminihac, uno de los socios de la Viña Aquitania, junto a su suegro, el fallecido agricultor Alberto Levi, comenzaban en Traiguén la plantación de los primeros viñedos de Chardonnay, que darían vida posteriormente al prestigioso SoldeSol, un vino de éxito inmediato, que cambió la expectativa y la mirada que había en Chile hacia las cepas blancas, evidenciando además las excelentes condiciones de la zona para producirlas.

Hoy, se estiman una 60 hectáreas declaradas dentro de la región, pero sumando iniciativas incipientes, que aún no entran en la fase de producción, se llega a un total de 130 hectareas. La mayoría, corresponde a cepas denominadas de ciclo corto, como el Chardonnay, el Pinot Noir, el Sauvignon Blanc, con rendimientos promedio, por razones climáticas, de 4 mil a 5 mil kilos por hectárea.

Como gran parte del sur de Chile, el Valle del Malleco está compuesto por suelos del tipo trumao, originado por materiales de origen glacial, fluvial y volcánico. Entre las características topográficas de esta zona es la presencia de cerros aislados y de cordones o cadenas montañosas que emergen del llano, con un clima templado oceánico que se localiza de preferencia en la cordillera de la costa, provocando mayor oscilación térmica, condición que favorece la calidad de la uva para la producción vitivinícola.

Felipe de Solminihac, señala que la producción es limitada en comparación con el resto del país, pero igual respecto a otras zonas frías del mundo. “Se logra una excelente calidad, pero con precios de venta que para Chile son de la media hacia arriba, debido a que tenemos costos fijos de producción normales, pero aplicados a rendimientos menores”.

El socio de Aquitania, dice que el desafío actual de las viñas del Valle del Malleco es llegar a una producción estable, y poder construir una bodega no con el sistema Corporativo, sino que a través de una sociedad en la cual cada uno tenga sus propios implementos, y pueda dirigir su propio vino sin tener que realizar una inversión individual que no se justifica.

Junto con lo anterior, de Solminihac enfatiza que es necesario reforzar la idea del Valle del Malleco, como marca, como paragua, e incorporar el Turismo, como se busca a través del proyecto que se inauguró en Traiguén, con presencia de autoridades regionales, provinciales y comunales, y que tiene por objetivo posicionar este territorio como el principal productor del vino más austral de Chile y con ello contribuir a la diversificación productiva de la región.

El consejero regional Gustavo Kausel, destaca que la existencia de las viñas, sumado a más de un centenar de construcciones patrimoniales en proceso de protección por parte del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, convierten a Traiguén en un importante atractivo turístico para el resto de las comunas de los territorios de Malleco Norte y Nahuelbuta.

“El turismo para La Araucanía es clave, y asociar la oferta actual, a una actividad tan atractiva como la vitivinicultura, en las condiciones excepcionales que se dan en este Valle, con vinos únicos, sin lugar a dudan nos posibilitará en un mediano y largo plazo aumentar el número de visitantes que escogen nuestra región como destino”, señala la consejera Genoveva Sepúlveda.

El intendente, Andrés Jouannet, destaca esta iniciativa vitivinícola como una gran oportunidad. “Cuando yo imagino a La Araucanía, la imagino así, y yo creo que nosotros tenemos que diversificar nuestra matriz productiva y desde el punto de vista de la agricultura, considerando que está cambiando el clima, tenemos grandes oportunidades para este tipo de productos como el vino. Creo que el valle de Malleco tiene que ser reconocido a nivel internacional, y nosotros vamos a trabajar para eso, el Gobierno tiene que involucrarse mucho más”, sostiene.

Por esta razón, en este proyecto, se unieron al Gobierno Regional, la Municipalidad de Traiguén y la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de esta comuna.

EL FACTOR AQUITANIA

Debido a la falta de bodegas, gran parte de los productores del Valle del Malleco, envían sus uvas a la Viña Aquitania, ubicada en la comuna de Peñalolén, en Santiago, para elaborar sus vinos.

Esta Viña Boutique, propiedad de los franceses Bruno Prats, Paul Pontallier (fallecido el 27 de marzo del 2016) , Ghislain de Montgolfier y el chileno Felipe de Solminihac, actualmente produce unas 15 mil cajas anuales, con un 80% destinado al extranjero, principalmente Brasil, China, Japón y Estado Unidos, entre otros países, y el 20% restante, enfocado en el mercado local.

Felipe de Solminihac, agrónomo y enólogo de profesión, ha sido reconocido como un empresario impulsor de la vitivinicultura contemporánea en Malleco, no sólo por iniciar la producción del Chardonnay, con SoldeSol, sino también por compartir su experiencia y apoyar a los agricultores que también han decidido dedicarse al rubro.

EVOLUCIÓN

A partir de mediados del 2015, el fenómeno de El Niño originó un retraso de una o dos semanas en la vendimia del centro del país (zona vitivinícola por excelencia), lo que podría tener efectos en el producto final. Una situación que las viñas de La Araucanía miran desde una posición privilegiada, según indica Maximiliano Morales, gerente del Nodo Estratégico Chile Vitivinícola.

“Desde La Araucanía hacia el sur se mantuvieron los estados fenológicos de acuerdo al patrón normal que estaban registrando las vides en los últimos años. Esto genera una cosecha normal, sin grandes problemas”, agregó.

Lo anterior, junto a la elevación de temperatura que ha experimentado la Región, producto del cambio climático, permite prever un auspicioso panorama en materia de producción vitivinícola, un nicho que se está explorando desde inicios del milenio.

“El cambio climático ha permitido que se establezcan viñedos y que maduren esas uvas. Hace 10 ó 15 años era imposible que maduraran ciertos Pino Noir en algunos sectores de la Región (…). Pero hoy La Araucanía es la zona más emergente vitivinícola a nivel nacional”, expresó Morales.

Actualmente existen alrededor de 150 hectáreas de viñedos en zonas como Capitán Pastene, Traiguén, Cholchol, Carahue, Collipulli, Galvarino, Los Sauces, Perquenco y Angol, donde se cosecha principalmente tres variedades: Pinot Noir, Chardonnay y Sauvignon Blanc.

Con ello La Araucanía se sitúa como la zona productora más austral. “Hay viñedos experimentales en Osorno y Chiloé, pero en vinos comerciales la zona más extrema es La Araucanía”, señala Morales.

 


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