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Publicado el 12 julio, 2021 | por editor

Tres ejemplos de innovación con el respaldo de CetaUfro

Articulando una nueva campaña, el Nodo Sur CeTA UFRO persevera en la idea de que el potencial innovador y productivo debe llegar a todos los sectores. Las mipymes, las empresas, las organizaciones y cooperativas, tanto de La Araucanía como del sur de Chile.

“Nuestro poder adquisitivo ha crecido entre un 3% y 4% de manera constante en los últimos 10 años. Nuestra población va a llegar a los 8.500 millones de habitantes en el año 2030, y estas dos variables dicen que vamos a tener más dinero y vamos a crecer más, y eso repercute sobre la alimentación. Y la pandemia vino a colocar sobre la mesa una problemática de soberanía alimentaria, que es contar con alimentos que sean producidos y desarrollados en los propios países, porque hay productos que antiguamente se producían y ahora no”, explicó el director del Instituto de Agroindustria Ufro y miembro del directorio de CeTAUfro, Luis Torralbo.

oportunidades

Efectivamente, en tiempos en que la pandemia ha ralentizado algunos ámbitos propios de servicio tradicionales de restaurant y cafeterías, también ha hecho crecer otros. La opción de delivery – por ejemplo- se ha convertido en una gran oportunidad frente a la crisis. Pero la idea de la innovación de productos, el uso del packaging, la diversificación de alimentos e ingredientes, la creación de soluciones con gran valor agregado, se instauran como el gran escenario para la industria alimentaria.

Tres casos en el Nodo Sur CeTA-UFRO demuestran que es posible hacer crecer las buenas ideas -entre ellas- Biodeli, la marca de cremas y sopas que, a menos de un año de implementación en la región, arrojó como resultado una línea deshidratada cien por ciento natural sin saborizantes ni colorantes, además, baja en sodio y en grasas y alta en nutrientes. Se trata una sopa de lentejas rojas de Turquía y avellanas chilenas, además, de una crema de arvejas a las finas hierbas y una sopa de tomates con maqui y quinoa.

“Generar el proceso de pilotaje con CeTA-UFRO fue un gran acierto, porque nos permitió abrir la puerta al sistema. Cuando hablamos de harina seguimos pensando en el trigo, habiendo tanto otros tipos, como la harina de leguminosas, verduras y frutos secos. Y hasta ahora hemos visto nuestro crecimiento y siguen apareciendo nuevos desafíos comerciales, que nos tienen satisfechos y motivados”, comenta el agrónomo Roberto Koch.

Nutrisur es una bebida vegetal de avena desarrollada por tres emprendedores de Valdivia y Rancagua, que apostaron por la avena como materia prima característica del sur. Financiados por CORFO y apoyados por el Instituto de Agroindustria UFRO, desarrollaron un estudio de mercado, prototipo y prospección comercial. “Las bebidas vegetales las encontramos –generalmente- en envases de litro y en el retail, sin embargo, casi el 100% de la oferta corresponde a bebidas que son importadas. Hay de coco y almendra, y algunas personas las fabrican de forma artesanal, por lo que teníamos un gran nicho de mercado, que pudimos explorar para nuestro resultado final”, dice el chef Jorge Ríos, uno de los emprendedores tras la iniciativa compuesta de una potente composición nutricional como alternativa para suplir la leche.

Maqui Premium y Maqui Fibra son dos productos deshidratados en polvo de Fün Mogüen- Fruto Vivo, que la Cooperativa Juan Queupucura desarrolló junto al Nodo Sur CeTA-Ufro, como resultado de un proyecto Corfo que permitió generar un estudio sobre la oportunidad de colocar en valor los frutos silvestres recolectados en el territorio, y luego procesarlos estableciendo un etiquetado y envasado de gran nivel. La cooperativa compuesta actualmente por 16 socios y socias –mayoritariamente mujeres de entre 30 y 40 años- puso en marcha la comercialización de un producto nuevo, de alto estándar y con un sello local mapuche, que ha significado abrir fronteras y ofrecer las bondades de esta materia prima con valor agregado.

Raúl Elgueta de la consultora asesora, explica que el apoyo de organismos como Corfo, Sercotec y el relacionamiento con el CeTA-UFRO consignó un salto cuantitativo y cualitativo.

“En el proceso de maquila nos dimos cuenta que estábamos frente a dos productos, uno concentrado en la pulpa y otro, con alto grado de semillas, que durante la temporada se convirtió en 300 kilos para cada categoría de producto, concordante a una cosecha de 700 kilos de maqui”.

La demanda por los alimentos seguirá siendo constante, argumenta Luis Torralbo, “pero no va a ser genérica sino que cada día más de acuerdo a focos y especialidades, y es ahí donde se abren ventanas de oportunidades para generar negocios en el ámbito alimentario y agroindustrial; sin embargo, para desarrollarlos se requieren crear propuestas que sean novedosas, con mayor grado de sofisticación”.

Agregá que en este proceso entran las capacidades que permitan prototipar y pilotar estas nuevas alternativas de alimentos, ingredientes y aditivos.

“Es importante por ello, que emprendedores, micro, pequeños y medianos empresarios sepan que existen estas capacidades en La Araucanía y que están disponibles para hacer que sus negocios sean exitosos y competitivos, y generar propuestas en mercados distintos a los actuales”, finaliza.

 


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