Opinión MASTITIS

Publicado el 30 junio, 2020 | por editor

Mastitis: “el problema de siempre con un nuevo horizonte de control”

Escrito por: Hugo Ojeda Berger MV, gerente técnico, Zoetis de Chile S.A.

Sin lugar a duda la mastitis ha sido uno de los problemas más desafiantes en la lechería moderna, causando grandes pérdidas económicas para la industria lechera. Las estrategias de control se han dado a conocer desde los años 70 en adelante, partiendo por una adecuada rutina de ordeña, uso de dipping, mantención de equipos de ordeña, detección precoz de la mastitis y su tratamiento, segregación de animales crónicamente afectados y uso de terapias antibióticas en el período seco entre otras medidas; sin embargo, en éste último punto hoy día existentes grandes controversias debido a la creciente preocupación a nivel mundial por la generación de cepas bacterianas multirresistentes.

El amplio uso de antimicrobianos en la medicina humana y veterinaria en los últimos años ha acelerado la aparición y propagación de microorganismos resistentes y la gravedad de las consecuencias salta a la vista: se calcula que cada año, las infecciones resistentes a los medicamentos causan la muerte de por lo menos 25.000 pacientes y cuestan sólo a la Unión Europea 1.500 millones EUR en concepto de asistencia sanitaria y pérdida de productividad (1). Lo anterior a llevado a normativas a nivel internacional y estrategias en el uso de antimicrobianos más selectivas. Chile no está exento de esto y a partir del año 2017 se aumentaron las exigencias para el uso y comercialización de medicamentos antibióticos de uso veterinario (2).

TECNICAS DE PREVENCIÓN

En la permanente búsqueda del control de mastitis y en sintonía con las nuevas estrategias para disminuir el uso de antibióticos en lecherías, una de las medidas más eficaces a nivel internacional y nacional es el uso del sellador interno de pezones al momento del secado de la vaca, el producto proporciona una barrera física que impide la entrada de patógenos al interior de la glándula mamaria, permaneciendo como un tapón dúctil en la cisterna del pezón, durante todo el período seco.

Esta estrategia ha sido implementada por varios años, logrando significativas reducciones en el nivel de nuevas infecciones intramamarias y disminuyendo en número de mastitis clínicas en los primeros 60-90 días de lactancia (3).

Esta técnica de prevención no antibiótica nos ofrece hoy en día una nueva posibilidad de control de mastitis mediante el uso de la llamada Terapia de Secado Selectiva (TSS), la cual requiere un exigente estándar de sanidad mamaria y calidad de leche predial, ya que para su implementación se deben cumplir ciertos algoritmos, que si bien es cierto no son fáciles de alcanzar, se observan actualmente en predios que han mejorado en forma consistente sus niveles de calidad de leche.

Otras medidas de control de mastitis por medios no antibióticos consisten en el uso de vacunas que tienen por objeto aumentar la tasa de anticuerpos del rebaño frente a patógenos específicos, como es el caso de la vacuna en base a cepa J-5 de E. coli, la cual posee estudios de campo que han demostrado su eficacia en la reducción y severidad de mastitis producidas por este patógeno (4).

Sin duda que para algunos lectores esto puede ser ya una situación conocida, pero entonces, ¿qué nuevos recursos se avizoran en el horizonte? Hoy día contamos a nivel mundial y también en nuestro país con una nueva herramienta, me refiero a uso de la tecnología genómica para seleccionar vaquillas más resistentes a la mastitis (entre otras patologías) y que pueden ser identificadas muy temprano en la vida del animal.

El uso de los marcadores genómicos para la detección y selección de animales más resistentes a mastitis comenzó comercialmente el año 2018 (5) y viene a crear un complemento de otros rasgos o características ampliamente conocidas en la selección genética tradicional (producción, patas y ubre, sólidos lácteos, fertilidad, etc.). Seleccionar animales más productivos y saludables es ahora posible y constituye el nuevo horizonte de una lechería moderna, es decir, producir un correcto balance entre la productividad y bienestar animal.

 

 


(1) Directrices para una utilización prudente de los antimicrobianos en la medicina veterinaria (UE 2015/C 299/04).

(2) Resolución SAG 6801 – 2017.

(3) Journal of Dairy Science Vol. 96 No. 11, 2013.

(4) Data on file, Study Report No. 3931-60-08-562, Zoetis Inc.

(5) Weigel D., McNeel A., Di Croce F. 2016 – Zoetis Data in File. Zoetis Inc.

 

 


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