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Publicado el 28 marzo, 2016 | por editor

“Estimo que tendremos un año de crecimiento positivo para el agro”

Previo a su Cuenta Pública, el ministro de agricultura, Carlos Furche en su visita a La Araucanía se dio el tiempo para conversar con Campo Sureño. Furche no sólo repasó lo que fue el año 2015 para el sector, sino que también se aventuró a proyectar un 2016 dinámico y con buenas expectativas para el agro.

“El crecimiento de la agricultura en 2015 fue de 5,6%, generó nuevos empleos, exportaciones por US$15 mil millones. Es el segundo sector de mayores envíos, detrás de la minería”, precisó la autoridad

-¿Cuáles son las proyecciones de crecimiento para el agro?

-Es muy temprano todavía para poder estimar las proyecciones de crecimiento, por ahora vale la pena consignar que es muy probable que tengamos un año de crecimiento dinámico, pero es muy difícil de establecer el rango.

El año 2015 hemos terminado con un crecimiento en torno a un 5, 6%, el más alto deL los últimos 10 años sin considerar el año posterremoto. Hay que esperar un poco más para hacer un análisis más preciso para el año 2016, pero estimo que tendremos un año de crecimiento positivo.

-¿Cómo afectará el recorte presupuestario a la cartera? ¿Qué recursos disminuirán para el sector?

-Al igual que todos los ministerios, nosotros efectivamente hemos sufrido un recorte presupuestario de menos del 1% del total del presupuesto de Agricultura.

Hemos tenido especial cuidado que los recortes no afecten los programas que van en directo apoyo de los productores, en especial de los pequeños y medianos productores, en consecuencia ni el presupuesto del Indap, ni el de la Comisión Nacional de Riego fueron alterados.

Hemos concentrado nuestras reducciones en todo lo que se refiere a la operación del Ministerio (viajes, viáticos, contratos, transportes). Si bien uno no quisiera tener reducción financiera, ésta es una necesidad frente al escenario económico internacional y hemos hecho todo lo posible por no afectar los programas de apoyo a los productores.

-¿Cuáles serán las prioridades para este 2016?

-Las prioridades de trabajo para este 2016 básicamente ya están establecidas con anterioridad. Nosotros hemos dicho que tenemos la necesidad de focalizar las políticas públicas de manera eficiente en la pequeña y mediana producción, ahí está el trabajo del Indap y otros servicios.

Por ejemplo, en la región de La Araucanía vamos a tener una cifra récord de recursos para los proyectos de riego tanto por la asignación de recursos vía CNR o por el convenio que estamos suscribiendo y articulando entre el Minagri y el Gobierno Regional. Igualmente vamos a mantener todo el esfuerzo que estamos realizando en materia de sanidad animal y vegetal, lo que es fundamental para mantener la competitividad. Vamos a darle un impulso sostenido al trabajo que hemos realizado en materia de investigación, transferencia tecnológica y apertura de mercado.

EXPORTACIÓN

-La exportación de ganado en pie fue uno de los principales hitos de 2015. ¿En esta materia qué se proyecta para 2016?

-La exportación de ganado en pie ocurre porque en Chile se reúne una serie de condiciones. En primer lugar un buen estándar de sanidad animal, una buena calidad de genética del ganado bovino chileno, una red de acuerdos comerciales que permiten ingresar a mercados de destinos condiciones de preferencia en lo que se refiere a aranceles y un trabajo coordinado entre el sector privado y el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) que da garantías a los importadores que los procesos previos como la cuarentena se hacen con seriedad y están certificados por el SAG.

Lo que ocurra en 2016 dependerá del interés de las empresas privadas en comprar ganado en pie chileno.El año pasado se exportaron más de 15 mil vaquillas a China y toretes a Turquía más de 7.500 y en este momento ya está en preparación un nuevo embarque a Turquía en una cantidade similar a la de 2015.

Hace poco estuve en México y ahí había bastante interés por importar ganado en pie desde Chile. Esta es una nueva línea de negocios que han abierto en Chile nuestros ganaderos y esto es muy bueno, porque ayuda a dinamizar una actividad que tiene algunas complicaciones como lo que ocurre hoy en día en el mercado de la leche.

-¿Cuáles son los pendientes en materia legislativa?

-Los pendientes más relevantes en lo que se refiere a aquello que es conducido desde el Ministerio tiene que ver con la institucionalización de Achipia (Agencia Chilena para la Calidad e Inocuidad Alimentaria) y la transformación de la Corporación Nacional Forestal en un servicio público.

COMPLICACIONES

-Varios rubros enfrentan una crisis. La lechería no se logra sobreponer y el trigo está enfrentando precios bajos. La reciente aparición de algas nocivas tiene en jaque a la salmonicultura. ¿Qué rol juega el Ministerio en esta materia? ¿Qué impacto podría tener el país de perpetuarse estos escenarios?

-En el agro no es novedad el hecho de que hay cultivos o actividades productivas como la leche que están sometidas a conductas cíclicas o variaciones cíclicas en sus condiciones; sobre todo en precios.

Los precios internacionales de todos los commodities (el petróleo, cobre, lácteos, trigo, maíz, azúcar, soya) han tenido caídas importantes durante los últimos 24 meses y eso naturalmente ha afectado a los productores chilenos; sin embargo, eso en buena medida -no totalmente- ha sido compensado por la devaluación del peso.

Desde el punto de vista de los ingresos los agricultores han podido enfrentar una situación difícil en una condición que es un poco mejor que si no hubiésemos tenido la devaluación del peso. Yo espero que el ciclo de precios comience a recuperarse y que se aliviane la situación de los productores.

Creo que esta recuperación debe ser medida a mediano y a largo plazo, no de un año para otro. Hay que recordar que en los dos años previos hubo un muy buen precio para el trigo; sin embargo, este año hay precios poco atractivos.

En el caso de los lácteos se enfrentó un ciclo de al menos cinco años de muy altos precios que empezaron a deteriorarse en los últimos 24 meses y que lentamente han empezado a recuperarse.

Furche concluyó que estas conductas cíclicas suponen un desafío permanente para aumentar productividad y competitividad, justamente para enfrentar estos momentos más complejos.

 


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