Reportajes LOS RÍOS

Publicado el 14 octubre, 2019 | por editor

El nuevo escenario frutícola de la región de Los Ríos

La superficie destinada a frutales va en aumento en la zona sur y de este nuevo escenario no se escapa Los Ríos. Según el último catastro frutícola -estudio que realiza cada tres años el Centro de Información de Recursos Naturales, Ciren y la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias, Odepa-, existen 3.993 hectáreas plantadas con frutales en la región, lo que representa un incremento de 47,7% con respecto a 2016, año en el que se contabilizaban 2.703 hectáreas.

Las mejores expectativas de crecimiento, la mayor rentabilidad y competitividad de este rubro frente a los cultivos tradicionales serían algunas de las causas de este fenómeno. Así lo explicó Víctor Valentin, presidente de Saval FG (Federación gremial de la región de Los Ríos), quien confirmó la expansión de los huertos frutales.

“Existe una migración hacia este sector, primero fueron los predios para cereales los que fueron reemplazados y, en los últimos años, han sido los campos destinados a la carne y leche”, dijo el dirigente gremial.

Valentin agregó que esta transición se explica “porque la fruta es un producto terminado, donde el productor acompaña el proceso en su conjunto, existiendo menos intermediarios en la cadena, lo que en definitiva genera mayor rentabilidad”.

Asimismo recalcó que el cambio climático está siendo un factor clave en este proceso de diversificación.

“Los productores y empresas de más al norte del país, han decidido realizar fuertes inversiones en la zona. Seguramente la disminución de la disponibilidad de agua y la falta de obras de infraestructura de riego, tranques y canales, provocan que estén mirando a la zona sur del país como una oportunidad de negocio, por su mayor capacidad hídrica”, dijo.

Tomás Lobos, ingeniero agrónomo, doctor en Fruticultura de la Facultad de Ciencias Agrarias profundizó esta última idea. El especialista aseguró que la disminución de las altas precipitaciones históricas, el aumento de las temperaturas medias y radiación, entre otros factores, permitieron la introducción de especies frutales que por condiciones ecofiológicas previamente no podrían haber sido plantadas para una producción comercial en la zona.

“Entiéndase que la disminución de las precipitaciones aún mantienen un volumen más que suficiente para satisfacer la demanda de las plantas, aunque de todas maneras es necesario contar con riego presurizado de alta eficiencia y una adecuada programación de riego en base a variables climáticas y coeficientes de cultivo”, recalcó.

evolución y

principales especies

La canasta frutícola de la zona está compuesta principalmente por los berries (arándano américano, cranberry y frambuesas), los frutos de nuez (avellano europeo y castaños).

En el último periodo ha entrado en escena el cerezo con 232 ha plantadas, lo que representa un aumento de 1.004,7% en tres años. Las principales variedades plantadas son Regina, Kordia y Lapins, las que crecieron en 156 ha, 24 1ha, 11 ha respectivamente. Skeena, Sylvia y Summit fueron registradas por primera vez en la región, sumando 18 ha entre las tres.

Según precisó Tomás Lobos este aumento se debe a que es un cultivo de alta rentabilidad. “Hoy en día los productores obtienen buenos retornos al exportar este fruto a mercados como el de Asia”.

Aclaró que los frutos nativos también podrían tener un espacio especial en la canasta, ya que se muestran como un cultivo interesante. Al respecto aseguró que “es de esperar un mayor trabajo científico y agronómico a nivel de especies nativas que hoy son de gran interés de farmacéuticas y la industria por los beneficios a la salud que estos poseen”.

DESAFÍOS

La irrupción de los frutales en la zona sur plantea nuevos desafíos para los productores. En este contexto, el presidente de Saval FG Valentín aseguró que la superficie destinada a estos cultivos seguirá creciendo gracias al arribo de inversionistas de la zona central, quienes conocen el rubro y tienen la confianza de que esta zona se convertirá en una oportunidad en el futuro.

Aseveró que si bien el arándano con 1.616 ha plantadas aun es el principal producto, hace un tiempo que ha perdido fuerza en el sentido de rentabilidad y expectativas que cuando entró hace más de 15 años. “Con esta fruta, hoy se requiere invertir mucho dinero en tecnología para poder ser competitivo”, señaló.

El dirigente gremial enfatizó que si bien ven con optimismo esta diversificación de productos frutícolas, el productor primero debe entender primero qué es lo que está pidiendo el mercado y así tener tranquilidad en el mediano y largo plazo.

“Esto lo digo porque hemos tenido experiencias no tan alentadoras en la región, donde productores apuestan todo su capital en un producto, y al poco tiempo la demanda cae, generándoles problemas económicos importantes”, aclaró.

Para evitar estos resultados es que como gremio creen necesario un estudio acucioso antes de tomar la decisión y asumir los riesgos. “Existe una renovación constante de variedad de frutales, tanto en el tipo de fruta y la época de maduración que se necesita en cada periodo, por lo que si cambian los requerimientos se está expuesto a un producto de mucho menor valor al proyectado. Si bien los frutales tienen mayor rentabilidad, requieren de una temporalidad y una logística muy bien estructurada, y en el caso de fallar, se arriesgan pérdidas importantes”.

Justamente para enfrentar este nuevo escenario y disminuir los riesgos es que Tomás Lobos aclaró que es importante volverse más eficientes en todos los manejos agronómicos a nivel de productores y trabajar en investigación aplicada conjuntamente con los agricultores para los investigadores.

“Se requerirá de más y mejor transferencia tecnológica y extensión para llevar al sector productivo todas las innovaciones e información científica que surja y ayudará a mantener niveles productivos y calidad de fruta aún en escenarios adversos”, concluyó.

proyecciones

Frente a la interrogante: ¿cuál podría ser el panorama frutícola en Los Ríos en 5 años más? Lobos recalcó que la superficie debería continuar aumentando, aunque las realidades productivas irán variando producto del cambio climático.

En este contexto aseguró que será muy necesario ser altamente eficientes en el uso del agua y la implementación y uso de sensores de diversos tipos serán prácticamente obligatorios para la toma de decisiones informadas.

“Actualmente en la Facultad de Ciencias Agrarias estamos desarrollando un proyecto FIC que tiene que ver con la zonificación de especies frutales como arándano, cerezo y manzano, en primera instancia”.

El especialista explicó que el objetivo de este proyecto es desarrollar, aplicar y transferir información eco fisiológica, territorial, agronómica climática actual y futura a través de una futura plataforma en línea que forma parte del Sistema Integral Frutícola, Región de Los Ríos, nombre del proyecto FIC 18-68.

CRECIMIENTOS

El arándano americano, el avellano y el cranberry son las especies mayormente plantadas en la región, alcanzando un total de 3.420 hectáreas. El avellano y el cerezo tienen alzas sorprendentes. El primero aumentó en más de 750 hectáreas y el segundo en más de un 1000%. Estas últimas cifras permitieron aumentar la superficie regional de 2.703 hectáreas en el 2016 a 3.993 hectáreas en el 2019, lo que representa un 1,2% de participación nacional.

En el caso del arándano americano las variedades Legacy y Elliot encabezan las preferencias, al igual que Tonda Di Giffoni en el avellano. Otro cultivo importante en la región es el castaño, que en tres años aumentó un 88,5% con respecto al 2016.

La seremi de Agricultura de la región de Los Ríos, Moira Henzi, destacó los resultados y aseveró que “esto no sólo indica que el rubro de los frutales se debe considerar mucho más, sino que también nos muestra las buenas condiciones que ofrece nuestra región para este tipo de cultivos”.

En tanto, Félix Viveros, director ejecutivo de Ciren, manifestó su optimismo frente a los resultados, ya que entre el año 2012 y 2016, la superficie frutícola aumentó solo un 4,1%, porcentaje muy inferior al alcanzado en esta última medición.

“El dinamismo y crecimiento del sector observado en el 2019, habla en primer lugar, del gran trabajo que se está haciendo para aumentar la producción frutícola donde es posible observar cambios de tendencias en las superficies y especies plantadas”, señaló

Los resultados a escala provincial muestran que Ranco y Valdivia aumentan la superficie frutal plantada con respecto al año 2016 en más de un 29% y 51,4% respectivamente, siendo la provincia de Valdivia la que aporta la mayor superficie.

Panguipulli es la comuna que presenta mayor superficie plantada en toda la región, aportando con 797 ha totales. Lidera el avellano con 342 hectáreas y le sigue el cranberry con 222 hectáreas.

 


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