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Publicado el 28 septiembre, 2020 | por editor

El desafío de hacer una buena conservación del excedente de pradera

La primavera anuncia el momento en que hacer un pastoreo óptimo se hace imprescindible en el sur de Chile. A la vez, crea el desafío de hacer una buena conservación del excedente de pradera, sobre todo a través de ensilaje.

Este forraje conservado, explica la Dra. Karin Klein de Best FED Chile, complementa el déficit de pradera, que no obtenemos por bajo crecimiento del pasto o por cargas animales muy altas.

Una planificación correcta, explica, comienza con un balance forrajero, “pero antes deberá tener desarrolladas las proyecciones de manejo, mes a mes, las vacas en sala, preparto y preñadas, para ir determinando la demanda de alimento que tendremos”.

Con eso, según la carga, se va evaluando la tasa de crecimiento de las praderas. “Por ejemplo, con el programa Grazing Plan, tenemos claro cuando producen y las demandas de pradera, sabemos el déficit y eso lo tenemos que llenar con cultivos suplementarios o ensilajes”.

Destaca que esta parte de la temporada corresponde al último momento para hacer una proyección de la carga animal en el predio. “Entre fines de septiembre, octubre y noviembre, se juegan todas las fichas para hacer un año lechero exitoso. En el sur de Chile, es el momento en que se cosecha el 75% de la leche y, en base a eso, la recomendación es tener súper claro qué producen las praderas y crear distintas estrategias, si se tiene o no riego, establecer en forma oportuna la siembra de ballicas nuevas y con eso se estima la cantidad de alimento a conservar”.

El desafío es cuidar la vaca al máximo, su condición corporal, los estados reproductivos y bienestar animal. Junto a ello, agrega Karin Klein, velar por el buen cuidado y correcta utilización de las praderas (evitando sobre y subpastoreo).

Un consejo es calcular cuántas toneladas de alimento a conservar. Y si no se es capaz de alimentar a esa carga animal, bajo la carga o compro alimentos en forma estratégica a tiempo, no en el momento en que hacen falta.

FOCO EN NUTRIENTES

La recomendación es enfocarse a producir ensilajes de la mejor calidad posible: por ejemplo, que tengan niveles de FDN (fibra detergente neutra) de ojalá bajo 50%; con buenos niveles de proteína, porque si tenemos alimentos conservados de baja calidad, no nutrimos a la vaca, solo la llenamos.

“Para ser eficientes, requerimos nutrientes. De no ser así, después habrá que comprar fuentes proteicas caras para arreglar la base.El uso estratégico de los concentrados debe ir hacia producir y no a arreglar las deficiencias que pudieran haberse generado”.

Lo importante es tener claro si puedo hacer mis propios silos o si requiero servicios. En el primer caso, pudiese ser más fácil, aprovechando la oportunidad o “ventana” climática. Si no es posible, el productor deberá contactar en forma oportuna al prestador de servicios. “Aquí la recomendación es alinearse con el prestador para tener alimentos de buena calidad, si eso no ocurre, se obtendrá alimentos fibrosos, que fermentan mal, que luego son errores que se pagarán caro”.

Frente al rezago de la pradera, o momento en que se deja de pastorear, el consejo está en hacerlo en el momento en que se generen los excedentes. A veces están temerosos y se anticipan a rezagar muy temprano y todavía las vacas no están pastoreando en el peak de la pradera y siguen dando silo para poder rezagar. Por eso, Karin Klein reitera que el productor aproveche de pastorear la pradera muy bien, pero tienen que tener la herramienta necesaria para estimar la carga correcta y que también haya un area para poder ensilar.

El enfoque debe ser tomar decisiones oportunas. Aprovechar el costo de oportunidad y el hacer las labores a tiempo. “Hacer las labores en forma oportuna, con un plan de trabajo y que el equipo de trabajo, asesores, prestadores y colaboradores, estén interiorizados de lo que se hace. Y tener un Plan de acción b, también”.

El rezago en ballicas dependerá de la zona, pero no debiera pasar de entre 45-60 días como máximo.

Sea cualquier tipo de ensilaje, es clave monitorear y preocuparse del tamaño de la fibra adecuado, para que se logre un buen compactado.

“Una fibra muy larga impactará en el compactado y en el manejo del ensilaje en el consumo. Llenar rápido es importante, pero hay que estar pendientes del largo de fibra, monitorear que las cosas se hagan en forma correcta. Nuevamente, alinear los criterios y prioridades del campo con el bienestar de las vacas y la rentabilidad del negocio, si no, en invierno se apaga incendios, con impactos en la salud de la vaca y producción”.

Se debe medir la materia seca, evitando forrajes muy húmedos o muy secos, que también impactarán en la compactación del ensilaje. Si es muy húmedo, provocará mala fermentación y pérdida de nutrientes a través del exceso de efluentes.

Finalmente, hay que velar por que el lugar donde se emplazará el silo que ojalá cuente con una superficie de cemento, ojalá con pared de cemento, para poder hacer una buena compactacion. Si no, poner paja suficiente en el suelo, Así se evita que se mezcle con piedras que luego va a los comederos.

Donde se almacenará los bolos, concluye la asesora de Best Fed, si es posible hacer una aplicación de Roundup o desecante para evitar el crecimiento de malezas y pasto.

“Cuando van a hacer el silo, que sea lo menos ancho posible, ya que eso complicará el consumo ideal de la cara expuesta. Eso contribuye a que la cara expuesta sea consumida durante el día, porque el resto se va resecando y no se pierde por ingreso de oxigenación. Así se evita que se caliente el silo y su calidad no se deteriore”.

 


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