Opinión Larva de Drosophila suzukii en arándano (1) copia

Publicado el 4 enero, 2021 | por editor

Drosophila suzukii: una mosca que llegó para quedarse

En las últimas tres semanas, un importante número de publicaciones e información ha sido presentada en los medios y redes sociales, informando de la presencia de larvas en frutos de cerezo, arándano y frambuesas en la zona sur de Chile, incluyendo principalmente las regiones del Bio Bio, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos. Se trata de la mosca de alas manchadas o mosca del vinagre, conocida en el mundo científico como Drosophila suzukii. Esta mosca es originaria de Asia e ingresó a Chile en el año 2017, siendo reportada por primera vez en la comuna de Villarrica, Región de La Araucanía.

La mosca de alas manchadas se caracteriza por tener un ciclo de vida de 15 días aproximadamente, cuyo macho posee una mancha oscura en la parte superior de ambas alas, razón por la cual recibe su nombre de mosca de alas manchadas. Sin embargo, la importancia de este insecto no radica en el macho sino en la hembra, la cual no posee manchas en las alas, pero si una estructura especializada para poner sus huevos llamado aparato ovipositor, el cual se caracteriza por su dureza y forma peculiar tipo sierra. Gracias a este ovipositor la hembra puede cortar la piel de la fruta para poner sus huevos a partir del estado de pinta, siendo frutos como cerezas, berries (arándanos, frambuesas, frutillas, moras), zarzaparrilla, uvas, guindo, murta, ciruelo, durazno y todo aquel fruto de piel blanda, sus predilectos para ponerlos. El daño que causa la hembra de suzukii al poner sus huevos no solo genera heridas en la fruta, sino que también permite desarrollar su ciclo de vida en su interior, razón por la cual es que encontramos huevos, larvas y pupas dentro de éstos.

El nivel de daño económico y pérdidas producidas por esta plaga en países como Estados Unidos, España, Italia, entre muchos otros, ha sido de millones de dólares en los últimos años.

Establecimiento y desarrollo de la plaga en Chile

En nuestro país, fue el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) quien detectó la presencia de esta mosca, desarrollando una gran red de monitoreo y seguimiento de este insecto durante las temporadas siguientes. Gracias a dichos monitoreos y estrategias de contención desarrolladas por el SAG, hoy en día el nivel poblacional de la mosca es más bajo de lo que pudiera haber sido a la fecha. Hoy en día en Chile, Drosophila suzukii se encuentra bajo la categoría de plaga presente con distribución restringida. De acuerdo al sitio www.sag.cl, las regiones donde se encuentra presente esta plaga son Coquimbo, Valparaíso, RM, O’Higgins, Maule, Ñuble, BioBío, Araucanía, Los Ríos, Los Lagos y Aysén.

¿A quiénes afecta y por qué?

Hasta la fecha existen dos situaciones totalmente diferentes respecto a la presencia de esta plaga en nuestro país. Por una parte, están los huertos comerciales de fruta, quienes conocen de la presencia de la mosca y el daño que causa, por lo cual desarrollan estrategias integrales de monitoreo, manejo y control para reducir su presencia y evitar pérdidas económicas. Pero, por otra parte, existen aquellos huertos caseros, árboles frutales aislados y matorrales bordeando zonas urbanas y rurales donde no existe control alguno durante la producción de fruta, y los cuales se presentan hoy en día como los principales focos de riesgo para el establecimiento y reproducción de la mosca. En este sentido, la mayoría de los reportes ciudadanos realizados en redes sociales están asociados a la presencia de larvas en huertos caseros, arboles de cereza en los patios, plantas de arándano, frutilla y frambuesa sin manejo, donde sus dueños publican la presencia del daño. Desde el punto de vista de manejo y control, estos focos son sin lugar a duda los puntos más riesgosos que gatillaran un aumento de la población en las próximas temporadas, y sobre los cuales hay que enfocarse.

Una de las principales interrogantes que existe en torno a la presencia de esta plaga es si el consumo de fruta con larvas en su interior pudiera causar daño a las personas. Hasta ahora no se han reportado en nuestro país o en el mundo síntomas o problemas asociados al consumo de frutas infestadas con larva de esta mosca, por lo que se deduce que el daño queda entonces restringido a un problema estético y productivo de importancia económica.

Impacto económico

Hasta el momento, en Chile no existen estudios publicados que proyecten el impacto económico que generará la presencia de esta mosca sobre las exportaciones de fruta en los próximos años. Sin embargo, el incremento en los costos de manejo y control, sumado a los rechazos de fruta para exportación son eventos que ya se observan por la presencia de Drosophila suzukii en nuestro país, sobre todo en regiones del sur de Chile donde la superficie cultivada de arándano y cereza son importantes.

El escenario para productores de frambuesa y frutillas, donde la fruta se comercializa a nivel regional y nacional, no es mucho más alentador, ya que se ha observado que la fruta comienza a ser afectada antes de maduración, y por lo tanto, los periodos de poscosecha son más reducidos. La vida de poscosecha de la fruta es más corta producto de la herida causada por la hembra en la piel del fruto al poner el huevo, lo que causa pudriciones y ablandamiento de la fruta en general. Al respecto, el llamado es a aquellos productores de fruta que no realizan control químico a sus huertos, o que no cuentan con una estrategia específica para el control de esta mosca, a realizar cosechas tempranas y frecuentes de manera que no quede fruta disponible para que la hembra ponga sus huevos.

Con el objetivo de enfrentar los problemas económicos generados por la presencia de esta mosca, regiones como la del Maule han formado una Mesa Público-Privada, que reúne a los principales actores en torno a la producción de fruta, la cual se ha visto impactada económicamente por esta plaga. Dicha mesa se ha encargado de fortalecer y apoyar al sector agro-frutícola, estableciendo políticas públicas regionales para su combate. Sin lugar a duda este es un modelo a seguir que se debiera replicar en regiones como La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos, donde la presión de plaga es aún mucho más abundante y las pérdidas económicas serán mayores.

Avances en el control químico realizado en INIA Carillanca

Actualmente, existe un listado de 17 insecticidas autorizados por el SAG para uso en el control de Drosophila suzukii. Sin embargo, solo los insecticidas Delegate, Exirel, Bull, Imidan, Karate con tecnología Zeon, Minecto Pro, Mageos, y Ampligio poseen etiqueta para uso contra moscas de Drosophila suzukii y han sido evaluados en Chile.

En general estos insecticidas están formulados para el control de moscas adultas, sin embargo, en evaluaciones realizadas por el Laboratorio de Ciencia de Insectos de INIA Carillanca (Región de la Araucanía) se observó que la reducción de las futuras poblaciones de mosca en los huertos radica principalmente en impedir la postura de huevos de la hembra, lo más temprano posible en la temporada.

En INIA Carillanca hemos evaluado específicamente los insecticidas Exirel (Ciantraniliprole) y Bull (Gamma-Cihalotrina), en huertos de cerezo y arándano en ensayos de campo. En el caso de Exirel, en dosis de 100 cc/hL, se logró reducir en un 70% la población de moscas adultas (machos y hembras), luego de 24 horas de aplicado el insecticida, reduciendo también en un 98,8% la presencia de huevos en los frutos. Este producto actúa paralizando el aparato ovipositor de la hembra y, por lo tanto, impide la postura de huevos. Por otra parte, también evaluamos el insecticida Bull, observando que con dosis de 12 cc/hL se redujo la población de moscas adultas en un 90%, luego de 72 horas de aplicado el insecticida. Ambas herramientas insecticidas poseen mecanismos de acción diferente, por lo que se complementan en una estrategia de control de la plaga, debiendo tomar las precauciones de uso de acuerdo a la etiqueta y evitar aplicaciones consecutivas en la misma temporada para reducir potenciales problemas de resistencia de la plaga hacia el producto.Esta temporada continuaremos evaluando nuevas moléculas tanto de insecticidas químicos como naturales, con el objetivo de aumentar las herramientas disponibles para los productores frutícolas en el combate de la plaga.

Respecto al control biológico es un tema que también que se está investigando en INIA, sin embargo, estos son estudios de más largo aliento, cuyos resultados esperamos estén disponibles lo más pronto posible.

Desafíos futuros

Una de las mayores preocupaciones respecto a esta plaga es como controlarla, por lo cual nuestros esfuerzos en INIA están enfocados en evaluar diferentes métodos de control, que permitan reducir los niveles poblacionales de la mosca en los huertos. Uno de los aspectos pendientes de evaluar dice relación con las moscas adultas que pasan el invierno de una temporada a otra.

Estas moscas buscan albergue en matorrales de los contornos y bordes del huerto, o bien, en bosques donde encuentran refugio. Las moscas que salen del invierno se aparean y buscan alimento en la fruta que comienza a pintar en la nueva temporada. Es, por lo tanto, el manejo de contornos y bordes uno de los principales desafíos futuros. El manejo de fruta que queda sin cosechar en la planta y en el suelo a final de temporada es también un aspecto clave a considerar, sobre todo respecto al impacto en la presencia de pupas para la futura generación de moscas que sobreviven al invierno.

 


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