Opinión trigo1

Publicado el 27 julio, 2020 | por editor

Chevignon: un trigo invernal para la agricultura del sur de Chile

claudio jobet

Claudio Jobet, Fitomejorador Inia Carillanca

El trigo es el cultivo más importante para Chile, en términos de volumen, superficie y valor económico, presentando una particular gravitación en las regiones del centro sur y sur, donde se concentra más del 80% de su producción y superficie de siembra. Además, posee significativos componentes sociales y laborales, debido al gran requerimiento de mano de obra generada, así como también por las numerosas explotaciones agrícolas para quienes el trigo representa un recurso esencial de rotación, producción y comercialización.

El consumo promedio de trigo en Chile es de 140 kilógramos per cápita al año, que siendo uno de los más altos a nivel mundial, aporta con más del 36% de las proteínas, de la energía y de los minerales que requiere diariamente una persona. De esta forma, su importancia adquiere mayor relevancia ya que la molienda de trigo es principalmente destinada a la elaboración de pan, además de masas y otros, todos alimentos básicos para el chileno medio.

La producción nacional de trigo se concentra principalmente entre las regiones del Maule y La Araucanía, donde el aporte en conjunto involucra a más del 70% del total nacional. Por su parte, la Región de La Araucanía representa sobre el 40% de la superficie total sembrada en el país llegando a superar las 100 mil hectáreas, como promedio, en las últimas temporadas. Este aumento es el resultado de la disminución en la participación de las regiones del centro, particularmente la Metropolitana y del Libertador General Bernardo O’Higgins, explicado por un aumento en el costo de la mano de obra y del valor de la tierra, lo que hacen poco rentable al cultivo en esa zona que tiene además clima para generar productos de exportación.

La zona centro sur y sur cuenta con un grupo de variedades, inscritas en el Registro Nacional de Variedades y sometidas a los controles oficiales en el proceso de producción de semillas. En ellas están representados los tres hábitos de desarrollo y precocidad, que permiten al productor la elección de la que más se adapte a sus condiciones. Actualmente, las variedades recomendadas por Inia para la Región de La Araucanía, se publican en una cartilla anual donde se incluyen todas las características de las variedades, zona de recomendación y usos industriales.

CHEVIGNON: EL NUEVO TRIGO

Chevignon es el nombre de la nueva variedad que INIA lanza al mercado para el 2021, luego de un largo trabajo de evaluación. Fue introducido como variedad de la Saaten Union Researche (hoy ASUR Plant Breeding) de Francia el 2016, evaluado en ensayos de rendimiento, destacándose por su tipo agronómico y adaptabilidad a zonas de siembras tempranas e inviernos largos y por su sanidad a manchas foliares (Septoria sp.). Es un trigo de hábito de desarrollo invernal (requiere vernalización), de crecimiento muy rastrero al estado de plántula, desarrollando posteriormente una buena macolla. Sus hojas son de color verde pálido, con hoja bandera semicurvada.

El grano es de forma redondeada, tamaño mediano, color rojo a café oscuro y con un peso promedio de 48 gramos los 1000 granos. La altura de planta adulta varía entre 105 y 110 centímetros, con un promedio de 105 centímetros, siendo considerado un trigo de altura media similar a la variedad de invierno Bicentenario INIA.

Ha presentado resistencia a polvillo estriado (Puccinia striiformis Westend. f. sp. tritici Erikson) y moderada resistencia a polvillo colorado de la hoja (Puccinia triticina f. sp tritici Erikss. y Henn). Tiene muy buena tolerancia a septoriosis (Mycosphaerella graminicola (Fuckel) J. Schröt.) y es resistente a oidio (Blumeria graminis D.C. f.sp. tritici Marchal).

Este trigo fue incluido en un ensayo agronómico preliminar en la temporada 2016/17, junto a otras variedades en Vilcún (INIA Carillanca). En 2017/2018 se incorporó a los ensayos estándar nacionales del INIA, siendo evaluado desde Chillán hasta Purranque, abarcando varias localidades que consideraron cuatro regiones del sur del país. Su promedio en todas las localidades y para los tres años estudiados, fue un 15,8% superior a Maxwell; 14,2 % superior a Rocky INIA y 17,6% superior a Kirón INIA. Ha presentado un buen peso hectolitro (sobre 80 kg/Hl) y grano de textura dura. Alcanza un porcentaje de proteína superior al 10%, una cifra de sedimentación sobre 41 ml y su contenido de gluten húmedo promedia el 26%, ubicándolo en la categoría de trigo intermedio (NCh 1237-2000).

Sus características farinográficas son aceptables, con un volumen de pan sobre 680 cc, miga de buen color y adecuada textura (Laboratorio de Calidad de Trigo, INIA Carillanca). Sus características promedio alveográficas (parámetros reológicos) son buenas, con un valor de trabajo W de 237, adecuada resistencia al estiramiento (106,6), una extensibilidad de la masa (L) igual a 68,6, y tenacidad de masa (relación P/L) que no supera a 2. La otra característica sobresaliente de Chevignon es el color de su harina, la cual es más blanca que otras variedades comerciales.

Chevignon está recomendada desde la Región del Biobío al sur, en localidades de inviernos largos y primaveras húmedas. Por su ciclo (más rápido que Bicentenario INIA), se recomienda sembrarlo desde mayo hasta el 20 de junio, aun cuando sembrado hasta fines de junio, en Vilcún presenta un buen desarrollo y adecuada producción de espigas. Es un trigo que tiene gran potencial para la zona de suelos trumaos y sectores de precordillera.

 


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