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Publicado el 28 septiembre, 2015 | por editor

Correcta fertilización en el cultivo de papas

Para realizar la plantación de papas se deberá hacer su fertilización y para ello, es importante utilizar principalmente nitrógeno fósforo y de potasio por las características de los suelos del sur. Esta mezcla de nutrientes es primordial para la plantación de tubérculos, tal como lo señala Patricio Sandaña, ingeniero agrónomo, investigador del Instituto Nacional de Investigación agropecuaria (Inia) Remehue y especialista en Ecofisiología y nutrición de cultivos.

Sandaña explicó que en el sur las fertilizaciones se caracterizan por tener un componente más fosforada, “en general a los cultivos se les ponen los tres componentes de macronutrientes que son nitrógeno, fósforo y potasio, y habitualmente siempre llevan una dosis más alta de potasio porque los suelos de la región o del sur son más deficientes en ese nutriente”.

Característica que se da porque los suelos del sur de Chile tienen la particularidad de fijar el fósforo que se aplica. “Los fijan a sus arcillas y no las dejan disponible para los cultivos, entonces para que queden disponible deben aplicar dosis más altas”, explicó Sandaña.

ANÁLISIS DE SUELO

Por su parte, el ingeniero agrónomo de la Universidad Austral de Chile y Zonal sur de Compo Agro Chile, Lautaro Ríos señala que la correcta determinación de la fertilización, se inicia con el análisis del suelo elegido.

“No se concibe en un sistema productivo si desconoce la condición química del suelo. Este análisis permitirá, junto con otros antecedentes, como el historial del potrero por ejemplo, determinar una estrategia de fertilización, que puede iniciarse con la corrección de preplantación de elementos fuertemente deficitarios (fertilización correctiva), que por lo general, bajo nuestras condiciones estos elementos son potasio, azufre, calcio y/o magnesio. Como las correcciones de pH y Aluminio”, precisa el especialista en papa.

Añade que en la fertilización de plantación o de partida es donde debe estar enfocada, principalmente a elementos como el fósforo, cinc, potasio y azufre; y una fertilización de producción con elementos como nitrógeno, potasio y magnesio, ya que son los más importantes.

Con estos procesos de fertilización dará como resultado una nutrición más balanceada y oportuna para los requerimientos del cultivo, sumándose a estos, los específicos de la variedad en cuestión, específicamente en materia de nitrógeno. En este sentido, es muy importante conocer el vigor y ciclo vegetativo de la variedad.

Ríos, precisa además que en la fertilización de producción, el uso de fertilizantes foliares complementarios pueden ser útiles en la corrección de problemas puntuales, generalmente asociados a desequilibrios e interacciones entre los nutrientes aplicados al suelo durante las fertilizaciones y/o a condiciones particulares del suelo.

El correcto diagnóstico de las deficiencias hace necesario el uso de herramientas de análisis foliar, que permitirán corregir la deficiencia puntual.

RENDIMIENTO

En el momento de la plantación se aplica la fertilización con macronutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio). Ahí se aplica el fertilizante en el surco, se compra una mezcla que tiene todos esos macronutrientes.

Aunque normalmente se espera un alto rendimiento en la producción de papa, se debe elegir bien los suelos, se debe prepararlo con varios meses de anticipación y elegir una buena semilla.

Además de ello no se debe plantar más allá de noviembre, ya que Lautaro señala que “una plantación fuera de época, a una profundidad inadecuada, una mala regulación de la maquinaria y una fertilización inicial deficitaria, contribuyen a iniciar este proyecto de ‘plantación’ con severas dificultades, que se verán agravadas más tarde con emergencias irregulares, desarrollo pobre de plantas y tubérculos y susceptibilidades a enfermedades”, explica el agrónomo de la Uach.

Por su parte, el agrónomo del Inia Remehue, sostuvo que aunque no existe una dosis única de fertilización, cada productor debería calcularla según sus niveles de producción y de rendimiento que quiere lograr.

Felipe Llorens, jefe Departamento Agrícola Zona Sur de Cooprinsem, explica que las mezclas que ofrecen a sus clientes son calculadas por su equipo de técnicos, quienes las formulan de acuerdo a las necesidades de los productores de la zona. Su formulación, dice, puede variar “pero siempre nos cercioramos que sean mezclas de buena calidad, con buenas materias primas”.

Llorens, precisa además que una buena mezcla no debe tener más de cuatro o cinco materias primas distintas: superfosfato triple, nitromax, nitrato de potasio, muriato de potasio. Todo eso permite, en otros factores, tener un rendimiento mayor, es decir más toneladas por hectárea.

En tanto, una buena toma de decisiones a la hora de emprender un cultivo de papa, puede significar en un gran porcentaje el éxito productivo. Generalmente los malos resultados, dice Ríos, se atributen a factores mayoritariamente impredecibles. Sin embargo, por sobre el 60% de éxito a lograr se define en una serie de factores que tiene poco que ver con el clima, las malezas, el riego y/o enfermedades, sino que a un buen manejo del cultivo y a una buena planificación.

 


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