Noticias CAÑA

Publicado el 16 noviembre, 2021 | por editor

Un lugar donde conviven la agricultura, ganadería y el cuidado del ambiente

Imagine una reserva natural donde convivan la ganadería y la producción de caña de azúcar en perfecto orden. Ahora, imagine que ese ámbito, además de armónico con el ambiente, es económicamente viable y productivo. El lugar que tiene ahora en mente en realidad existe y no tiene por qué idealizarlo. Está en Valle del río Cauca, Colombia, y se llama El Hatico. En esta nota le contaremos de qué se trata.

Uno de los expositores que participará de la AgriExpo Agrícola Orgánico Latinoamérica 2021 es el ingeniero en telecomunicaciones Carlos Hernando Molina Durán. Entre otras cosas, es miembros de la familia al frente de la reserva natural El Hatico, un proyecto enfocado al manejo agroecológico de la caña de azúcar.

De hecho, el trabajo de la familia Molina Durán ha sido galardonado con el prestigioso Premio Nacional de Ecología Planeta Azul. Y es que cuentan con 14 hectáreas de bosque seco tropical, lo que configura la reserva más grande de este ecosistema amenazado en Valle del río Cauca (Colombia).

El Hatico es una gran muestra de que se puede producir conservando e incrementando la biodiversidad. En este sentido, se ha logrado integrar lo agrícola, lo pecuario y lo forestal, sin descuidar, cada día, la mayor producción de biomasa.

GANADO

En lo que respecta al ganado en El Hatico, cuenta con bebederos móviles y se rota en potreros divididos, lo que permite su recuperación. Asimismo, el pasto se mezcla con leguminosas, palmas, arbustos y árboles. A partir de lo mencionado, los resultados indican un incremento de la producción de leche por hectárea al año del 69 por ciento. También, existen estudios que demuestran que, así, disminuyeron las emisiones de carbono y metano.

LA CAÑA Y EL SUELO

Sobre la producción de caña de azúcar, los cultivos se combinan con rodales de árboles y arvenses, pues allí viven especies que controlan de forma natural las plagas. Es más, las arvenses se mantienen en armonía con ovejas que las consumen y que producen carne de gran calidad.

Sumado a lo anterior, está el hecho de que los residuos de cosecha de la caña no se queman, ya que se integran al suelo aportando nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y magnesio. Esto equivale a una inversión de 550 dólares por hectárea. Del mismo modo, el suelo contiene 440 kilos por hectárea de macroinvertebrados (insectos y lombrices) que contribuyen a su riqueza.

De esta manera, se sigue que El Hatico no es un proyecto idealizado, sino una realidad económica concreta. En la reserva natural convive el ganado con la caña de azúcar, y además de conservar la biodiversidad, es muy viable desde lo económico.

En conclusión, El Hatico es el esfuerzo de nueve generaciones de la familia Molina, quienes realizaron valiosos aportes al desarrollo agropecuario del Valle del río Cauca y de Colombia. Como ya se mencionó, Carlos Hernando Molina Durán, integrante de la familia, será parte de la AgriExpo Agrícola Orgánico Latinoamérica 2021. Allí, podremos disfrutar de su exposición sobre los sistemas silvopastoriles para la producción de carne ovina.

 


Sobre el autor



Back to Top ↑