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Publicado el 5 mayo, 2020 | por editor

Arándanos bajo techo: impacto en la producción y en el manejo de los huertos

En la zona sur (La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos), según el Catastro Frutícola publicado por Odepa, hay 4,744 hectáreas cultivadas con arándanos. Tras el avellano europeo, este berry es el que más superficie abarca, de ahí su importancia y el interés por conocer los detalles de su producción.

Abel González, ingeniero agrónomo y especialista frutícola de Inia Carillanca, explica cuáles son las variedades que mejor se adaptan en la zona sur y qué tan importante es proteger los huertos en un escenario de cambio climático.

VARIEDADES

González sostiene que si bien el número de variedades de arándanos es extensa, existen menos alternativas de altos requerimientos de frío que se adapten en forma consistente en el sur. Recalca que la elección del portafolio de variedades para configurar un huerto moderno debe tomar en cuenta una serie de consideraciones técnicas, que parten por conocer las potencialidades y debilidades de éstas debido a su condición genética, y su expresión dependiendo de la zona edafoclimática donde sean cultivadas.

Así, por ejemplo, en la zona norte de La Araucanía, que tiene una mayor acumulación térmica (mayor a 800 grados días) presentan un mayor grado de adaptación para aquellas variedades de cosecha temprana (diciembre) e intermedia (enero). A medida que avanzamos en latitud (sur) y en altura (este-oeste) la acumulación de grados días es menor, por lo que variedades intermedias (enero) y tardías (febrero-marzo) son aquellas que muestran una mejor adaptación productiva. De esta manera, Duke y Draper muestran adaptación a zonas más cálidas de la región.

Por su parte, Brigitta es una variedad que ha mostrado excelente adaptación en términos productivos, pero con limitaciones de firmeza y enfermedades de madera, cuando no se ejecutan correctamente manejos de nutrición, riego y fitosanitario. Asimismo, variedades más nuevas como Blue Ribbon han mostrado para esta zona una excelente adaptación en términos productivos y de condición de fruta en post cosecha.

Top Shelf ha mostrado algunas limitaciones en términos de susceptibilidad de enfermedades de la madera, sin embargo, ambas variedades muestran rápida entrada en producción (segunda y tercera hoja), alta productividad y excelente condición viajera.

A medida que se avanza en latitud hacia el sur, la acumulación de grados días para arándanos se alcanza con variedades intermedias y tardías donde aquellas como Legacy, si bien muestran una alta adaptación productiva, el largo período de floración genera una cosecha muy estratificada, siendo las últimas cosechas de muy baja condición. Liberty es una variedad que muestra una alta productividad y condición viajera, cuando los manejos agronómicos son los adecuados. Top Shelf, Blue Ribbon y Cargo, para la zona sur han demostrado ser altamente productivas durante las primeras temporadas, aunque es preciso continuar con la evaluación de las variedades en un horizonte de más largo de tiempo.

ARÁNDANOS BAJO TECHO

-¿Qué tan importante es el uso de coberturas en la producción de arándanos?

-En la actual condición de calentamiento global, producto del cambio climático, el incremento de la temperatura, demanda hídrica, y en especial el aumento de la frecuencia de eventos climáticos extremos (lluvias torrenciales, heladas, granizos y exceso de radiación), el uso de coberturas es una tecnología fundamental para asegurar que el productor evite las pérdidas de rendimiento y condición de fruta, por efecto de la ocurrencia de uno o más eventos en el año y durante la vida productiva de un huerto, determinando la rentabilidad del cultivo en el mediano plazo. Por otro lado, el uso de esta tecnología -para la zona sur- permitiría incrementar la productividad de los huertos, por lo que la ecuación disminución de pérdidas y aumento de la productividad, a través del desarrollo de cultivos protegidos, la introducción de nuevas variedades y el manejo de la densidad de los huertos, configurarán una alternativa frutícola altamente competitiva para el sur de Chile.

-¿Cómo es el manejo del huerto bajo techo?

-El manejo agronómico del arándano es completamente diferente bajo cubierta, respecto a una condición abierta. El incremento de la temperatura bajo cubierta produce cambios en la duración de los estados fenológicos del cultivo, lo que obliga configurar etapas de fertirriego más cortas, manejo preciso del nitrógeno. Por otro lado, exige poner mayor atención en el diagnóstico y control de enfermedades, y la regulación más precisa de los volúmenes de agua para el desarrollo de aplicaciones más efectivas. Del mismo modo, hemos observado una disminución de hasta un 30% de los requerimientos hídricos, en los meses más calurosos, lo cual requiere el uso de tecnologías de control de gestión del riego a través de monitoreo de las curvas de humedad con sensores de suelo.

Dicho cambio en las condiciones micro climáticas produce un adelanto en las curvas de distribución de producción y manejos diferenciados de las frecuencias de cosecha, para obtener fruta de alta calidad y condición.

-¿Cuál es el impacto de las coberturas en la poscosecha?

-Hasta el momento hemos observado que, cuando el manejo agronómico es igual a la condición abierta, el uso de coberturas produce un efecto sobre el incremento del ablandamiento de la fruta. Por ello estamos investigando a través de distintos proyectos de investigación, los manejos de precosecha que más influencia tienen respecto a este problema. Del mismo modo, en conjunto con la unidad de post cosecha de INIA La Platina, llevamos varias temporadas estudiando qué tecnologías de control de temperatura, humedad y gases, como atmósferas modificadas, controladas y el uso de anhídrido sulfuroso, permiten obtener una fruta consistente para mercados lejanos de hasta 55 días.

-¿Qué alternativa de cobertura existen y cuánta es la inversión?

Entre las alternativas encontramos diversas estructuras, capillas de una y dos aguas, túneles cerrados y semiabiertos, cuya estructura de soporte puede ser madera, fierro galvanizado y cemento. El peso de la estructura está directamente relacionada con la durabilidad en el tiempo. Es preciso que el productor desarrolle un estudio de factibilidad económica y analice la inversión, tiempo de duración de la estructura y costo anual de mantención.

Las capas de protección son materiales que deben ir reponiéndose durante los años y su elección depende del objetivo, protección lluvias y granizo (materiales impermeables) o bien protección de exceso radiación (semipermeables) y de la durabilidad del material. El plástico (LDPE) tiene menos temporadas de duración que el material RAFFIA, aunque cada material muestra diferencias coeficientes de transmisibilidad de luz a lo largo del tiempo. La inversión de las estructuras y las cubiertas, oscila desde los US$ 10.000, para estructuras sencillas de madera hasta US$50.000 para estructuras más sofisticadas y de mayor control de la temperatura y condiciones micro climáticas.

 


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