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Publicado el 3 marzo, 2020 | por editor

Diez puntos fundamentales para lograr una pradera con alto potencial productivo

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Constanza Descalzi Lopetegui Ing. Agr. MSc. Dra. Asesora de Praderas Ferosor

Para tener una pradera con altos potenciales productivos debemos comenzar con un buen establecimiento de la pradera, por lo que se deben considerar diferentes aspectos:

1.Elegir el potrero con anticipación: evaluar el rendimiento de los potreros y elegir el potrero con menor rendimiento el último año o que la población de plantas de ballicas activas sea muy baja después del déficit hídrico del verano o por manejos de sacrificio de la última temporada.

2.Realizar con anticipación el análisis de suelo del potrero para saber que tiene y que le falta al suelo y así calcular bien los requerimientos nutricionales del suelo. Los rangos óptimos de fertilidad de los suelos a 20 cm de profundidad para praderas son: (pH > 5.8; Fósforo (Olsen) >15 ppm; Potasio > 150 ppm; Saturación de aluminio < 2.0%; Azufre > 10 ppm; entre otros parámetros).

3.Hacer el barbecho químico cuando la pradera tiene área foliar activa (hojas verdes) para que absorba los herbicidas sistémicos y así realizar un buen control de malezas (senescencia de las plantas por completo) antes de comenzar la preparación del suelo, o siembra de cero o mínima labranza.

4.Enmienda calcárea, fertilización y preparación de suelo, si el suelo no ha alcanzado un pH mayor a 5,8 hay que aprovechar de encalar el suelo antes de comenzar con la preparación del suelo para dejar incorporada la cal. Después de la preparación del suelo, dejar una buena cama de semillas para la siembra, es decir sin champas de pasto seco. Dependiendo de la humedad que tenga el suelo al momento de la siembra va a ser necesario pasar rodillo pre y post siembra.

5.Seleccionar la variedad de ballicas o de especies gramíneas (pasto ovillo, festuca, bromo) que necesita para su sistema ganadero y que se adapten a las condiciones edafoclimáticas de su predio.

6.Las siembras de otoño se deben realizar en esta zona entre el 15 de febrero y el 15 de marzo dependiendo de cada año.

7.La profundidad de siembra es no más allá que el doble del tamaño de la semilla y estas deben quedar en contacto con el suelo para así absorber la humedad del suelo para luego germinar y emerger.

8.En el caso de establecer praderas bajo cero o mínima labranza deben monitorear la presencia de babosas y controlarlas en el caso de tener para que no dañen el establecimiento de las plantas.

9.Después de la emergencia cuando las ballicas tienen 3 hojas verdaderas mas un macollo secundario y los tréboles tienen 3 hojas trifoliadas se puede realizar el control de malezas de hoja ancha dependiendo si sembraron o no trébol, van a depender los herbicidas que puedan utilizar.

10.El primer pastoreo post establecimiento de otoño debe ser realizado siempre y cuando el potrero no esté con excesos de humedad y cuando la pradera presente una disponibilidad de 1800 a 2000 kg MS/ha y que al cortar el pasto con las manos simulando un bocado de animal no se queden con las plantas en la mano, es decir que no salgan las plantas con raíz.

Praderas en otoño

¿Cuáles son las ventajas que se tiene al establecer praderas en otoño?

En esta siembra se incorporan las enmiendas calcáreas al suelo y la fertilización las cuales gracias a las lluvias de invierno el proceso de incorporación de estos elementos al sistema del suelo va a ser más rápido.

Que la pradera llega al verano siguiente con un mayor desarrollo radical, con el cual podría sobrellevar en mejor condición un déficit hídrico de la estación.

Una siembra de otoño nos va a proporcionar de forraje disponible para el invierno y para la primavera temprana.

 


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