Reportajes cientifico

Publicado el 19 diciembre, 2016 | por editor

Al estilo australiano: investigador oceánico vislumbra el futuro de los granos

Australia es top ten en producción de granos. Es un actor relevante en el mercado global del trigo, el principal productor mundial de cebada y su avena tiene gran cotización en el mercado asiático.

Esta destacada posición es en parte gracias al trabajo genético que se desarrolla en torno al rubro. Innovación, investigación y desarrollo de vanguardia, sumado a amplios conocimientos tecnológicos y en procesos de producción permiten mantener este liderazgo.

Para muestra un botón. Un equipo de científicos australianos creó una nueva variedad de trigo no transgénico, obtenido con técnicas tradicionales de cruzamiento, que es capaz de crecer incluso en condiciones muy desfavorables, en terrenos áridos y ricos en sal.

Recientemente, investigadores de la Universidad de Adelaida (Australia) encontraron pequeñas moléculas de ARN reguladoras de genes que ya están presentes en las plantas y que podrían utilizarse para entender por qué ciertas cepas de cereales rinden mejor bajo condiciones adversas.

INVESTIGACIÓN

Jason Able, doctor en agronomía y destacado genetista australiano, quien está involucrado en este proyecto visitó Chile invitado por la empresa Isopro y analizó el alcance de los programas de fitomejoramiento para el rubro.

Able, jefe del Departamento de Ciencias de la Agricultura y profesor en el fitomejoramiento en la Universidad de Adelaida, precisó que uno de los objetivos de este trabajo es desarrollar variedades que se adapten mejor al cambio climático.

“Estamos ensayando en lugares marginales pensando en que quizás en 10 0 15 años más esas zonas podrían convertirse en lugares de producción normal. Nuestros ensayos están en lugares no tradicionales pensando en el futuro y con muy poca agua”, contó.

El investigador explicó que pequeñas moléculas de ARN reguladoras de genes podrían mejorar los cereales con el potencial de ofrecer cultivos de altos rendimientos en condiciones de crecimiento bajo estrés, como la sequía y el calor.

Jason Able afirma que explotando estas vías de ARN, los fitomejoradores de todo el mundo serían capaces de diseñar cultivos mayor precisión y desarrollar variedades mejor equipadas para lidiar en condiciones adversas.

“Lo que estamos identificando es que una molécula particular de ARN pequeño controla o puede controlar objetivos importantes y simples a lo largo del ciclo de vida de una planta”, dijo.

“A través de la comprensión del papel funcional de estas moléculas es posible que podamos desear regular, y podamos superar desafíos ambientales particulares. Ahora podemos tomar esa información hacia adelante y usar esas líneas (de cultivos) seleccionadas para hacer de nuevas variedades posibles.”

Las áreas potenciales para desarrollar incluyen el tiempo de reproducción en las plantas, o la alteración de las estructuras de la raíz, a fin de que hacer a los cultivos menos susceptibles al estrés ambiental.

“Podrías manipular o entender qué moléculas controlan los rasgos de tiempo de floración y luego adelantar la madurez de la planta, por ejemplo, por lo que se evita el estrés por calor”, dijo el profesor Able.

Concluyó que esto no se trata de una revolución, sino que el resultado de los avances tecnológicos.

Sobre ¿cuál es la tendencia en Australia en mejoramiento genético de granos?. El experto afirmó que se combina el trabajo clásico que siempre se realiza con cruzamiento de muchas líneas con el trabajo tecnológico como los marcadores moleculares.

“En el campo tenemos 12 sitios con 80 líneas con las que hace el cruzamiento, también hay un trabajo tecnológico en el laboratorio. Todo esto le permite el desarrollo de nuevas variedades a nivel mundial. De los 10 años que se utilizaban para generar líneas ahora demoramos 6 años”, aseveró.

Sobre el futuro, advirtió, que el camino está en agregar nuevos marcadores pensando en la funcionalidad de las pastas o derivados de la harina para atacar los problemas de obesidad o enfermedad crónicas. “La idea es producir trigos más saludables”, acotó.

ISOPRO

Este conocimiento es el que quiere importar a Chile, Isopro S.A., empresa de Puerto Montt -de socios chilenos y australianos- que nació al amparo del Tratado de Libre Comercio suscrito entre Chile y Australia.

Isopro marcó presencia en Chile en 2008 al licenciar la variedad de lupino australiano “Coromup”, diseñado específicamente para dietas acuícolas. Desde entonces ha ampliado su oferta de semillas con las mejores variedades de canola, avena, trigo candeal, cebada desnuda y sorgo forrajero.

“Australia está entre los principales exportadores de cereales en el mundo por lo que sus programas de fitomejoramiento se enfocan en la productividad y calidad del producto final”, explicó Stuart Thomas socio de Isopro.

Explicó que dado las condiciones prevalentes en ese país, todas sus variedades son desarrolladas para tolerar mejor el estrés hídrico, salinidad y distintas enfermedades.

“Isopro, luego de varios años de ensayos de cuatro variedades de canola, cinco variedades de avena y tres de trigo candeal, pudo seleccionar las variedades que mejor se adaptan a las condiciones de Chile”, complementó Sergio Rojas, el socio chileno de esta empresa sureña.

TRIGO CANDEAL

Lograr que Chile se transforme en un exportador de trigo candeal es uno de los objetivo de Isopro. Para ello están prontos a lanzar el trigo candeal australiano “Yawa”, variedad que justamente fue desarrollada por Jason Able y que es considerado premium en Italia, siendo un importante mercado de destino.

En mayo pasado, la empresa en conjunto con agricultores de Yungay, importó por avión 900 kilógramos de la variedad, los que se sembraron 4,5 hectáreas que serán la base del desarrollo comercial de “Yawa” en Chile. También han realizado ensayos en San Carlos y Machalí. Se espera para enero de 2017 la cosecha de alrededor de 40 toneladas.

“El trigo candeal es un nicho distinto y tiene un mejor precio. Siempre se va a necesitar trigo candeal para las pastas”, recalcó Rojas.

Stuart Thomas agregó que: “las variedades que actualmente se siembran de trigo candeal no alcanzan a ser exportables en cuanto a la proteína, color y rendimiento de sémola. Esas tres características se resuelven con esta variedad y Chile podría transformarse en un exportador mundial de trigo candeal, siendo el único país con condiciones óptimas para producir este trigo en sudamérica”.

“Yawa”, explicó Jason Able, tiene un mayor potencial de rinde y superior vitreosidad. En las tres temporadas de ensayos en Chile promedió sobre 100 quintales por hectárea, con excelentes niveles de proteína y color B. Esta variedad australiana posee excelente resistencia a oídio, septoria y roya, y es especialmente resistente al punto negro.

El investigador precisó que esta variedad tiene capacidad para adaptarse a diferentes condiciones climáticas en Australia. “La hemos probado bajo muchas condiciones agroclimáticas incluyendo en el sur, en un escenario muy parecido al de acá. Existe una ventana de siembra muy amplia y es uno de los objetivos de los programas de fitomejoramiento que desarrollamos”, explicó.

“Yawa se perfila como una opción muy atractiva para el agricultor chileno y es una variedad que cumple con todos los estándares internacionales para mercados de exportación”, concluyó Rojas.

 


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