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Publicado el 5 septiembre, 2016 | por editor

Vacas más felices: cinco miradas sobre el bienestar animal

“Nosotros trabajamos para las vacas, no las vacas para nosotros”. El administrador del fundo Las Garzas, Héctor Lizana, graficó así al resumir cómo es la relación productiva hombre-rebaño y el Bienestar Animal.
La visión de la vaca como una socia productiva, la cual debe tener todas las condiciones para producir y la necesidad de proveerle alimento, buenas instalaciones, manejo adecuado, entre otros factores, resumen apretadamente lo que fue el impacto conceptual y técnico al alero del proyecto.
24 predios piloto de todo Chile participaron en el proyecto de Bienestar Animal, desarrollado por el Consorcio Lechero con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria, FIA. Los resultados fueron compartidos y multiplicados hacia otros productores y predios a través de publicaciones, días de campo, seminarios y videos.
Conceptos como el aumento de la longevidad del rebaño; el estrés calórico; prevención y manejo de las cojeras; junto a la difusión de conceptos de salud mamaria y bienestar animal, entre otros, son parte de un apretado resumen del proyecto, que continuará como un programa permanente del Consorcio Lechero.
“Valoramos el apoyo de los asesores que contribuyeron a entregar conocimientos, como también de los productores que participaron en nuestras actividades y de sus equipos humanos. Creemos que el enfoque hacia el Bienestar Animal cambió. Dar todas las condiciones ambientales y de manejo al rebaño es parte de ello. Tenemos la certeza que hoy es un concepto ligado 100% a lo productivo en el rebaño lechero”, explica la coordinadora del programa de Bienestar Animal, Danitza Abarzúa.
El enfoque entregó conceptos pioneros en Chile, como el estrés calórico, tan complejo que en un solo episodio de temperaturas altas y sin sombra, podría hacer caer un 10% la producción y también impactar la calidad de leche.

Jan Schrott

Jan Schrott

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Héctor Lizana.

Francisco Santibáñez

Francisco Santibáñez

Milenko Araya

Milenko Araya

Roberto Illanes

Roberto Illanes

FRUTOS
Entre los principales frutos del proyecto, agrega, está el establecimiento del Protocolo de bienestar animal “que nos permite realizar un diagnóstico y luego a través del resultado, aplicar un modelo de transferencia tecnológica en los temas de cojeras, salud mamaria, entre otros; el material técnico práctico y audiovisual en las diferentes temáticas; y la consolidación del comité de bienestar animal del Consorcio Lechero, que reúne a profesionales con diferentes especialidades, importante mencionar la participa el SAG dentro de este comité”.
“Resaltamos como cambios de mentalidad la consolidación del concepto de bienestar animal, no como una moda, sino como un conjunto de prácticas que permiten potenciar la producción, calidad de leche y longevidad del rebaño lechero. Además, es notable el cambio de mentalidad de trabajadores y propietarios de unidades lecheras, lo que facilita la incorporación de manejos relacionados con el tema y futuras inversiones que permiten mejorar también el bienestar animal”.
Reconoce como acciones más relevantes del proyecto el diagnóstico de la condición de bienestar animal en los predios pilotos en las distintas regiones; el modelo de transferencia que se usó (Asesoría- Visitas de seguimiento- Días de campo); las distintas publicaciones, tanto bienestar animal en crianza de terneros, Salud mamaria, Salud podal, Estrés calórico, Manejo del dolor, Protocolo de bienestar animal, Ficha de caminos. Todas estas acciones se desarrollaron desde la región Metropolitana a la Región de Los Lagos.

TESTIMONIOS

Conocimos la visión de los productores que participaron en este proyecto, quienes relataron los cambios en manejo y visión, los cuales impactaron positivamente en su rebaño y predios.
En el tema del estrés calórico, el productor Roberto Illanes, lechero de la Región Metropolitana, recordó que existían momentos de alto calor con muy pocas vacas comiendo y la mayoría tratando de encontrar un poco de sombra, jadeando y para resistir estos fenómenos. Tras las enseñanzas en el tema del estrés calórico en días de campo, charlas y material divulgativo, el panorama cambió en menos de un año. “Si vienes hoy, encuentras que hay sombreaderos, duchas y todo lo contrario: Un 90% de las vacas comiendo a esa hora y un 10% bajo sombra. Fue importante ese cambio en nuestra lechería y el bienestar animal ha mejorado un montón”.
Héctor Lizana, administrador de Las Garzas, recordó que el bienestar animal es un tema en el cual vienen trabajando desde hace años como lechería y escuela agrícola. “Cuando el Consorcio Lechero nos invitó a este plan piloto, nosotros aceptamos inmediatamente. El resultado que hemos obtenido es la cercanía que tienen los animales con las personas que trabajan y los alumnos que participan en el manejo que tienen de la lechería todos los días. Cuando empezamos con el manejo de dar espacio y comodidad a las vacas, nos dimos cuenta que pasamos de nuestras construcciones antiguas, donde cada vaca tenía 7 metros cuadrados, nos cambiamos a otro de 12 metros cuadrados por vaca. Además, ampliamos la cama de la vaca. Y eso significó una respuesta de 2,5 litros por vaca”. Este último punto, agrega, fue notorio en el rebaño, ya que se logró descongestionar el grupo y darle más espacio. Al ver esa respuesta productiva, se decidió invertir y ampliar la nave de estabulación, alcanzando 130 cubículos y también crecer en las camas para el rebaño. En crianza, trabajar con más espacio disponible ha significado mejorar en aspectos como la ganancia de peso diario, sostuvo.
El productor lechero de la Región de Los Ríos, Jan Schrott, explicó que antes de trabajar en el proyecto de Bienestar Animal del Consorcio Lechero, “Bienestar animal era una frase que era todo y nada. Era bastante inconcreto, el animal tiene que estar contento. Pero…¿Cómo llegar a esto? Era la gran pregunta tanto para asegurar una vida digna de los animales y llegar a una cierta utilidad. Cuando empezamos a repensar la infraestructura del patio de alimentación y de la sala, hicimos el patio de espera más agradable poniendo una protección contra el sol, que significó que hubo menos tiempo de espera en pleno sol durante el verano, las vacas entraban con más tranquilidad a la sala y se aumentó la producción. Dentro de la sala, implementamos un sistema de pisos de goma, que era una inversión bastante alta, pero las vacas entraban más tranquilas, salían más tranquilas, estaban más tranquilas durante la ordeña y era menos estrés para los ordeñadores. Una ordeña más fácil con un aumento de producción”.
Schrott prosigue y explica que es importante asumir la responsabilidad que se tiene con los trabajadores y el rebaño forma parte de esta visión. Además, incluye compartir con el equipo humano del predio que con “animales sanos con un buen trato, son animales más tranquilos, producen más y con aumento de utilidad en la empresa lo que se puede repartir entre los trabajadores”.
El productor lechero de Los Muermos, Francisco Santibáñez, quien también participó como predio piloto, recordó que nunca se termina de aprender. Por eso, explicó que se integró voluntariamente a este programa. “Si se hace, es para que uno aprenda y acepte lo que me están enseñando. Antes que entrara a este programa, obviamente que habían vacas cojas, uno piensa que es por algo, pero nunca sabe exactamente el por qué. Tenía 8, 10 vacas cojas en la sala y eso obviamente repercute en el bolsillo. Hoy, haciendo caso de lo que me enseñaron, voy al potrero y si veo que hay una vaca coja, creo que es mucho”. En su caso, la asesoría recomendó manejar detalles del patio de espera y mejorar la vereda de acercamiento a la sala. Reconoce que no tuvo que invertir para lograr estos avances en salud podal, sólo seguir los consejos.
Para el administrador de Lácteos Bio Bío, Milenko Araya, “con un buen bienestar animal o un buen confort de la vaca, podremos lograr expresar el máximo potencial de las vacas y así lograr más rentabilidad, más producción de leche y buena calidad de leche, que es lo que nos exigen las plantas”.
Y agrega que los cambios que han logrado con el proyecto de Bienestar Animal del Consorcio Lechero, “nos llevaron a ver los puntos críticos, y esto a ver desde otro punto de vista lo que es la salud mamaria en evaluación de calidad, en ver bien la rutina de ordeña, los accesos, los productos a ocupar y en las soluciones de cómo podemos hacer las cosas, con cosas sencillas poder cambiar nuestro recuento de células somáticas y cambiar nuestra calidad de leche”.


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