Reportajes grosellass

Publicado el 21 diciembre, 2015 | por editor

Un negocio en verde: grosellas de la región de Los Lagos directo a Alemania

Tras trabajar 36 años en el sector privado (Saesa), José Dörner en 2001 decidió comprar la parcela Los Riscos, ubicada a 20 kilómetros de Osorno, en la región de Los Lagos. Ya instalado en la ribera del Río Rahue pronto vio que estaba en un suelo y microclima provilegiado para el desarrollo de la fruticultura.
Luego de evaluar la mejor alternativa productiva para el campo y considerando la extensión del terreno determinó que las grosellas serían el cultivo ideal.
“Compré este terreno, porque me gustaba el campo y encontré atractivo este lugar y en especial porque estaba al lado del río. Me di cuenta de inmediato que tenía un alto potencial de desarrollo. Esto estaba súper sucio, entonces lentamente empecé a limpiar e instalé una cortina de árboles para protegerme del polvo”, aseveró Dörner.
Siempre tuvo en mente una plantación de berries, porque la rentabilidad de estos frutales es más atractiva que la agricultura tradicional.
“Eran muy pocas las hectáreas para dedicarme a los arándanos y lo mismo ocurría para los avellanos y la zaraparrilla, pero finalmente opté por las grosellas, porque se adapta muy bien a esta zona. Este lugar es privilegiado, porqué está protegido de las heladas y está el río Rahue que regula la temperatura. Aquí hay un microclima”, acotó.

ACTUALIDAD
Partió con 750 plantas entre el año 2003 y 2004 y luego fue agregando nuevos planteles hasta llegar a 2,53 hectáreas, con una producción de 30 mil kilos anuales.
“He tenido que hacer fosas, obras de ingeniería y estas no se pueden hacer en un sólo año, hay que hacerlas gradualmente e ir recuperando terreno”, explicó Dörner, quien aseveró que actualmente el huerto está en etapa de transición. De una plantación convencional pasará a ser una orgánica.
“En 2015 comenzamos con esta transición, en este proceso estamos trabajando con la empresa Imo Chile, que es una firma que certifica los huertos como orgánicos. Se trata de un proceso largo que demora entre dos a tres años. Nosotros ya partimos con la utilización de fertilizantes y fungicidas orgánicos. Estos productos están todos certificados por el SAGy aprobados por Imo”, explicó Dörner.
A principios de diciembre comenzó con la cosecha la que espera finalizar a fines del mismo mes. ¨Para este proceso necesita contratar a 25 personas, a 25 mujeres.
“Conseguir mano de obra para la cosecha siempre ha sido difícil, y aquí se prefiere trabajar con mujeres, porque son cuidadosas, responsables y puntuales”, advirtió Dörner.

DEMANDA
En cuanto a la demanda, este productor sostiene que este berrie todavía es desconocido en Chile, por eso su mirada está puesta en Europa donde es visto con buenos ojos este proyecto libre de químicos. Justamente en 2015 envió a Alemania 3 toneladas de grosellas y se está preparando para nuevas exportaciones.
José Dörner está trabajando con la empresa Marktvertrieb, firma líder en la comercialización de berries.
“Yo logré contactarme con una empresa alemana para exportar grosellas. Para concretar este negocio tuve que certificarme con la GlobalG.A.P., institución que certifica que los productos enviados a la Unión Europea cumplen con los requisitos exigidos por ese mercado. El mercado europeo es exigente, pero es una buena oportunidad”, advierte Dörner.
Luego de dar este gran paso, este productor plantea sus desafíos: consolidar el huerto, producir con calidad y tener mercado para su fruto.

producción
Las grosellas provienen de Europa y el oeste asiático. Son cultivadas y consumidas muy ampliamente en Inglaterra, Francia y Alemania.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y Agricultura la producción de este berrie se centra en Europa y Oceanía, pero se ha ido ampliando a Sudamérica.
En Argentina son consideradas como una fruta fina (denominación que se vincula al aspecto comercial y no al botánico). Durante el periodo 2003 y 2008 las exportaciones de frutas finas frescas en ese país crecieron siete veces en volumen, en tanto las congeladas se triplicaron.
El principal canal de comercialización en Chile es la industria de alimentos que demanda berries congelados para transformarlos en dulces, mermeladas, jaleas, conservas, salsas o jugos concentrados.

CULTIVO
Para lograr un mayor rendimiento en los huertos, la idea es que las plantas sean adultas y para ello es importante el proceso de poda con el que se va eliminando las ramas demasiado juveniles, las que sirven para hacer nuevas plantas y también se debe eliminar las más viejas.
“Una planta de grosella con una buena poda dura alrededor de 35 años. La poda se realiza una vez que la planta perdió la hoja y eso ocurre desde el 15 de mayo en adelante”, preciso Dörner, quien agregó que: “se poda el huerto y después se eligen los hijuelos más sanos y robustos para que creen raíces”.
Se trata de plantas muy resistentes a fríos extremos (-30° a -35°C), pero sufren las temperaturas superiores a los 30°C. Es por ello que se dan muy bien en la zona sur.
La cosecha y poscosecha es delicada, como sucede con todos los berries. Se aconseja recolectar los frutos de color brillante y con buena consistencia, con baja temperatura ambiente.
La fruta debe estar el menor tiempo posible en el campo y siempre a la sombra. Según advirtió el productor, las plantas de grosellas se ven afectadas por enfermedades fungosas como el Oidio que se adhiere a la hoja, al tallo y luego pasa al fruto. También hay que tener cuidado con el serrucho, larva que se introduce en el tallo y que en Chile prácticamente está erradicada.


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