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Publicado el 7 diciembre, 2015 | por editor

El proyecto que revolucionó la producción de frutillas en La Araucanía

La extensión del periodo de producción de frutillas en La Araucanía a través de un modelo productivo sustentable es la meta que persiguió el proyecto, cofinanciado por Corfo y el Gobierno Regional de la Araucanía, y ejecutado tanto por el Centro de Formación Técnica Santo Tomás a través de su carrera de Técnico Agrícola y Ganadero como por Asesorías NGM. Tras 20 meses de trabajo el objetivo fue logrado.
La iniciativa, que involucró a 60 participantes, generó apoyo técnico, desarrolló parcelas demostrativas en 3 comunas de la región de La Araucanía y demostró que es posible aumentar de 6 a 9 los meses de producción de frutillas.
En el sur de Chile, las bajas temperaturas juegan un rol crucial, ya que impiden que las plantas salgan de su latencia. Temperaturas de suelo por debajo de 12 ° C impiden la extracción de nutrientes del mismo.
El jefe de proyecto, el ingeniero agrónomo, Nelson González Marín, aseveró que el trabajo se enfocó en permitir que en el mes de julio las temperaturas fueran lo suficientemente altas para que se genere el movimiento de savia necesarios para que la planta salga de su hibernación y comience su proceso vegetativo y productivo.
Cristián Salas, director regional de Corfo calificó este proyecto como vital para La Araucanía, ya que permitió sistematizar un trabajo que abarcó la extensión de la época de cosecha, el conocimiento de nuevas variedades que se adaptaran a condiciones de producción locales y la adopción de tecnología bajo mesotúneles y manejo agronómico (riego, climatología y fertilización).
“Antes del desarrollo de este proyecto sólo existían paquetes tecnológicos adecuados a la zona centro-norte y por tanto, éstas no eran replicables en climas con vientos fuertes y heladas como el nuestro. Durante los 20 meses que duró este Programa, Corfo transfirió un paquete tecnológico productivo y sustentable en el tiempo, basado en la participación directa de 60 productores de frutillas de la región, que abarcan el 72,7% de la superficie total”.

LOGROS Al término de este proyecto se logró la ampliación del periodo de producción a 9 meses y se aumentó la rentabilidad en un 20%. Según lo expuesto por Nelson González, los agricultores pudieron introducir en sus campos tecnologías adaptadas a la realidad del sur de Chile.
“Gracias a que este fue un proyecto que tenía por intención el de difundir una tecnología que genera ingresos, al cabo de los 20 meses de proyecto ya se han implementado más de 3 hectáreas con micro y mesotúneles en Nueva Imperial, Temuco y Chol Chol”, explicó.

RESULTADOS

Para Sandra Fehlandt, ingeniero agrónomo, directora de carreras área de RRNN de Santo Tomás sede Temuco y directora de proyecto, La posibilidad de involucrar al Centro de Formación Técnica junto a sus estudiantes de Técnico Agrícola y Ganadero, en las labores productivas de campo fue muy importante.
Durante los 20 meses, los estudiantes fueron incluidos activamente en los trabajos y aprendieron de mano de sus profesores a cargo, sobre las nuevas tecnologías introducidas por el proyecto y el centro demostrativo hidropónico, dejando a la Institución de Educación a la vanguardia en innovación agrícola.
“La nueva tecnología permite adelantar 2 meses el inicio de cosecha, comenzando ahora desde el 22 de septiembre y alargarla hasta el 15 de junio, 30 días más que al aire libre. No sólo los ingresos son más interesantes al desestacionalizar la producción sino que permite dar puestos de trabajo antes y por más tiempo”, señaló la profesional.
Fehlandt agregó que los productores se encuentran muy interesados en implementar estas tecnologías para asegurar las cosechas, aún cuando los meses primaverales sean lluviosos como el que estamos viviendo.
Los hortaliceros del sur de Chile se verán muy beneficiados con el uso de los mesotúneles. Uno de los mayores beneficios de esta tecnología es que los micro y mesotúneles no necesitan ser ventilados, ya que poseen aireación propia.
“Este hecho permite que se produzca una relación inversamente proporcional; si aumenta la temperatura, disminuye la humedad. Este sólo hecho permitirá que la agricultura familiar cuente con alternativas más baratas, móviles y fáciles de manejar tanto para hortaliceros como frutilleros”, concluyó.

 


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